El Movimiento Cooperativo Maseual de la Sierra Nororiental de Puebla se inició en 1977 y se formalizó en 1980 con la constitución de la Cooperativa “Tosepan Titataniske” (Unidos Venceremos, en náhuatl). Los socios fundadores se propusieron encontrar solución al problema de la carestía de los productos básicos para la alimentación de las familias, ya que en aquellos tiempos era la demanda más sentida por toda la población. Se puede decir que los fundadores tuvieron un “dulce comienzo”, pues la primera actividad que emprendieron fue la de adquirir el azúcar a un precio más bajo. En aquellos años el kilogramo fluctuaba entre los 10 y los 12 pesos en el comercio particular, mientras que el precio oficial era de 2.15 pesos. Con aportaciones de 50 y 100 pesos los socios de las primeras cinco comunidades lograron juntar un capital suficiente para comprar hasta 20 toneladas de azúcar cada mes y distribuírsela a 3 pesos en sus propias comunidades. Esta primera lucha no fue fácil, pero con los resultados obtenidos los socios “nos dimos cuenta que juntos podíamos hacer cosas y que si nos manteníamos unidos, seríamos fuertes” (palabras de don Luis Márquez Tirado, socio fundador).
Desde entonces se ha considerado al movimiento cooperativo como el medio más adecuado para mejorar la calidad de vida de las familias y, en los últimos años, se ha reforzado la idea de que a través de él se puede alcanzar la vida buena.
Este domingo 29 de mayo la asamblea general de la Sociedad Cooperativa Agropecuaria Regional “Tosepan Titataniske” renovó a su octavo consejo de administración. Como es la costumbre del pueblo Tosepan, en sus 39 años de vida cooperativa, las comunidades (cooperativas locales) nombraron a sus candidatos un año atrás. En el mes de enero la asamblea general conoció a los hombres y mujeres que fueron nombrados desde sus comunidades mediante asamblea. A esto siguió un proceso de formación que la Unión de Cooperativas encargó a la organización Yeknemilis. Tras cuatro meses de capacitación, el domingo pasado la asamblea escuchó de cada candidato sus propuestas para el caminar de la organización en los próximos años. En un proceso que lamentablemente nada tiene que ver con los procesos electorales, la asamblea escuchó atentamente a cada candidato y candidata; tras largas horas en el proceso la asamblea por fin deliberó. “La asamblea nunca se equivoca”, dicen los antiguos cooperativistas.
