Según se dice en la cultura popular, el término sueño guajiro proviene de Cuba y ha sido adoptado en nuestro país para señalar algo irrealizable, una aspiración y deseo que nunca se concretará. Al parecer, esto es lo que sucederá con la Señora X (cuyo nombre no hay que acordarse, para qué), quien afirma, con toda petulancia, que esta semana rebasará a Claudia Sheinbaum en las encuestas y que ganará las elecciones del dos de junio.
Supongo que ahora, siguiendo la manera goebeliana, la mentira se repetirá mil veces para esperar que su sueño guajiro se convierta en realidad. Pero no es tan sencillo, ni es mecánico el procedimiento. El tratamiento propagandístico dado por el secretario de Propaganda nazi, implicaba crear un ambiente tal en la gente para que ellos acabaran convencidos de algo que no era real. Esto, que sepamos, no ha sucedido en México ni creo que suceda, por lo menos de aquí a la jornada electoral del mes entrante.
Por dichos e intentos la Señora X, no se detiene, eso hay que reconocerlo. Sigue con su cantaleta del miedo, más fomentándolo como elemento identificador de la 4T que previniéndolo. Igual lo está con la aseveración del crimen y de la violencia, como lo ensalzó recientemente en Colima, aunque olvide la situación que se vive todos los días en Guanajuato, un estado gobernado por el PAN. Ahora utiliza a una empresa encuestadora cuyo dueño se le asocia al partido blanquiazul desde hace treinta años que, a modo, concluye que hay empate técnico de las dos candidatas presidenciales, aunque las otras diez encuestadoras sigan manteniendo una diferencia de por lo menos veinte puntos (incluso Bloomberg da treinta puntos de diferencia), a tres semanas de las elecciones.
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No se conforman con todo lo anterior, incluso el gurú del conservadurismo mexicano, Claudio X González, ha convocado a otra manifestación rosa, quitándole ya su característica “ciudadana”, primero para defender el INE lorencista y después al Poder Judicial de la magistrada Piña. Ahora llaman a la movilización, el mismo día del tercer debate presidencial, invitado a los que ahora son abiertamente sus candidatos: la señora X y Taboada.
Supongo que lo ven como la última muestra de manifestación de fuerza, para demostrar que son competitivos y disputadores del triunfo el dos de junio. Con lo cual, no creo que les alcance para revertir la enorme diferencia habida con la candidata puntera. Al contrario, la campaña de la señora X no prende ni crece, al contrario, se resquebraja.
No por nada, el que modestamente crece y se acerca a la señora X es el candidato de Movimiento Ciudadano, Álvarez Máynez, que incluso, en encuestas en el Estado de Jalisco la ha rebasado ya, sin que ello afecte en nada a la candidata puntera de Morena y aliados.
Insisto, tendría que pasar un hecho extraordinario y sensible para la mayoría de los mexicanos, para que el escenario pueda cambiar radicalmente. Y eso al parecer no sucederá, de tal manera que a la derecha lo único que le queda es resignarse o buscar planes alternativos para después de las elecciones.
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