Con colaboración de: Francisco J. Sánchez Sesma y Ursula Iturraran.
1. Tecnología. Dentro del marco de la reforma energética, que discutirá el congreso en unas semanas más, se realiza en los medios de comunicación una campaña que tiene como objetivo preparar a la opinión pública para aceptar o incluso ver como deseables los cambios en la constitución que permitan a la iniciativa privada la explotación del petróleo mexicano. En esta campaña se presenta a Pemex y el modelo petrolero mexicano como totalmente estatista y anacrónico –sólo comparable al de Corea del Norte, dicen. Se argumenta que con la apertura, Pemex podría adquirir, estableciendo alianzas estratégicas con empresas internacionales, la tecnología que necesita para seguir explotando el petróleo. Sin embargo, se omite decir que Pemex ya tiene convenios con empresas proveedoras de tecnología petrolera. De hecho México desde el primer momento de la nacionalización del petróleo sostuvo una relación estratégica para proveerse de tecnología con la empresa trasnacional Schlumberger, una de las más importantes empresas en el ramo. También se olvida mencionar que existe el Instituto Mexicano del Petróleo (1965). El IMP fue creado justamente para desarrollar tecnología petrolera y también para verificar que la que se adquiere tenga la calidad que se presume es: el Brazo tecnológico de Pemex. En la década de los 70 “..el IMP comenzó el registro de sus primeras patentes, alcanzó la comercialización de sus primeros resultados e inició proyectos mancomunados con empresas extranjeras […] De 1978 a 1982 […] se inyectaron recursos para una mayor y mejor investigación, principalmente en petroquímica y refinación, pues se veían como dos áreas estratégicas para la exportación de crudo procesado.” (http://www.imp.mx/acerca/?imp=hist2 cons. 28/07/13) Por aquellos años el IMP llegó a ser un referente internacional en desarrollo tecnológico, papel que ha perdido actualmente a pesar de que cuenta con una importante plantilla de investigadores de buen nivel académico y preparación científica. ¿La causa?… No sólo se ha dejado de apoyar la investigación sino que incluso se le desalienta. Es curioso, por decir lo menos, que solamente tengamos un IMP, para el tamaño de la industria en México debería haber unos tres o cuatro instituciones semejantes.
2. Corrupción. Se habla mucho del problema de la corrupción en el sindicato petrolero, pero no es solamente del sindicato, también hay notorios casos de corrupción de los directivos y funcionarios de Pemex. Se hacen negocios privados aprovechando puestos públicos. También está la corrupción de partidos políticos (PRI y PAN), que se han beneficiado con la transferencia de recursos a través del sindicato a campañas electorales o con la incondicionalidad de los líderes sindicales. ¿Cómo se pude tener una empresa eficiente ante una corrupción semejante? ¿Será la privatización una varita mágica que barra con la corrupción en Pemex? Aunque, claro, como dice y ha dicho el PAN, no se privatizará ni un tornillo de Pemex, tal vez porque a las empresas privadas no les interesan los fierros viejos corroídos por la corrupción sino: el petróleo.
3. Conclusiones. A) La ineficiencia y la falta de desarrollo tecnológico son producto de la profecía que se cumple a sí misma: Dejo de invertir en desarrollo tecnológico para demostrar que no puedo desarrollar tecnología. B) Ninguna reforma va a hacer avanzar al país sin una lucha frontal contra la corrupción.
Un tema que queda pendiente es el del mito del libre mercado. ¿Es viable sin regulación del Estado? Todos los países tiene leyes para regular el mercado, México también, pero las leyes que regulan la competencia y los monopolios son precarias y no se cumplen.
1Instituto de Ingeniería, UNAM
2Facultad de Ciencias, UNAM