Juan Carlos Esquivel Bonilla, aspirante a la secretaría general de la sección 23 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), señaló que hay contubernio entre este organismo magisterial y la Secretaría de Educación Pública (SEP) para no otorgar plazas a administrativos y dar preferencia a familiares o amigos.
“Es su derecho que les asiste a los trabajadores administrativos el darles su plaza en primera o segunda orden y sin embargo se las quitan y les dicen que no se puede. Así es como se manejan las cosas, no hay transparencia… Cómo es posible que encontremos en todo el estado lugares que han estado en segundo, tercero, cuarto, noveno lugar, décimo y no tienen todavía su plaza y maestros que sacan el lugar 500, 600, ya están ubicados en la ciudad Puebla, claro, pero son familiares o alguna otra situación”, declaró en conferencia de prensa.
En la misma, estuvo acompañado del grupo que lo apoya, autodenominado Democracia y Justicia Sindical, y del cual forma parte el priista Silvia Elena del Valle.
En ese marco, rechazó formar parte del gremio de Rafael Ochoa Guzmán, ex líder nacional del SNTE.
Admitió que en algún momento sí tuvo reuniones con él, pero sostuvo que después se salió para seguir su propio proyecto.
También rechazó ser afín a grupos que lideraba Guillermo Aréchiga Santamaría, ex líder magisterial (actualmente preso), y dijo como presidente de la Normal del Estado lucho contra ellos y los derrotó.
Por otra parte, Esquivel Bonilla afirmó que se está utilizando la estructura del SNTE y los recursos del mismo para promover a integrantes de los Comités Ejecutivos que buscan la secretaría general.
“Para candidatear a los mismos de siempre, que siguen ostentando ahí un cargo sindical sin renunciar… tienen seis años y contando casi tres meses que siguen en el poder, sin rendir un solo día cuentas de nada”.
Consideró que el proceso que se vive no es equitativo, puesto que los aspirantes que están en alguna cartera del SNTE pueden realizar actividades proselitistas en cualquier momento y utilizar, como desde hace 20 años, la estructura sindical para mantenerse en el cargo o escalar a otro.
Mientras que los integrantes de Democracia y Justicia Sindical tienen que pedir autorización, toda vez que son trabajadores que cumplen con un horario laboral que comienza a las 7 de la mañana y culmina a las 3 de la tarde.
Por otra parte, Juan Carlos Esquivel pidió que el gobierno no intente meter las manos en el proceso de renovación de la dirigencia del SNTE.
A la par, pidió que haya un supervisor de la Secretaría del Trabajo que vigile el desarrollo de la votación en cada casilla (se estima que serán 350 por cada sección sindical), a fin de evitar que las urnas sean rellenadas con boletas que no hayan sido tachadas por los docentes.