La bella forma que termina en pez.
Horacio.
1
Mujer demediada
entre la voz
que imanta
y el cuerpo
que escama.
2
El marino absorto
duplica su pregunta
con la daga enhiesta:
¿Cómo separaré
esas piernas?
¿Y cómo separar mi oído
de sus labios?
3
El timonel creyó escapar
de su canto,
pero lo trae prendido
en el caracol
que lo arremolina.
4
Pasó cerrando los párpados
con firmeza
para no verla,
y con los oídos tapiados
con el nombre de su amada
para no entenderla.
Sin embargo
no sabe
cómo explicarse el embarazo
de la mar
que le marea.
5
La sirena en su dialéctica
nos seduce al descubierto,
y con lo que oculta la mar,
nos desengaña.
6
Que si es un delfín agitando las aletas,
que si quien canta es el manatí de pechos prominentes,
que si en su origen fueron canarios celestiales,
ellas logran llevar al hombre a lo alto y a lo profundo.
Peces– pájaros con leche envenenada, las sirenas
representan el miedo del hombre a la mujer que habla,
y el odio a aquella que no abre las piernas al primero que pasa.