Para luchar contra la hegemonía del capital y su Estado, cargada de violencia, engaño y clientelismo, los pueblos requieren historificar la lucha de las clases y de las comunidades en contra la explotación, despojo, represión, engaño, exclusión y depredación. De ese análisis y de la deliberación colectiva surge la caracterización de los enemigos del pueblo, asimismo de sus métodos y proyectos, así las resistencias crecen en rebeldía y definen horizontes revolucionarios.
Intentaremos exponer los rostros que las comunidades y fuerzas en lucha repudian y resisten, cada una a su modo, como pueblo trabajador.
1.La contrainsurgencia de la época mal llamada de guerra sucia (1960-2000) ejercida por el Estado sus fuerzas militares, policiales, judiciales, de inteligencia con el apoyo de las agencias imperialistas y coordinada con otras fuerzas represivas de otros países Se cumplió con la Doctrina estadounidense de Seguridad Nacional que planteaba además del combate a las guerrillas rurales y urbanas, la destrucción del tejido social comunitario en las regiones donde accionaron o se preparaban grupos del movimiento armado insurgente. Eso implica considerar a la población de esas zonas y a las organizaciones sociales como objetivos de la guerra contrainsurgente también definidos como “enemigo interno”. Así a las detenciones de insurgentes se sumó la estrategia de “aldea arrasada” aplicada en Vietnam y en Centroamérica; se hizo la detención y desaparición forzada de pobladores, familiares, amigos y supuestos simpatizantes solidarios con los insurgentes a todos se les torturó, muchos fueron ejecutados, pero otros sobrevivieron y algunos liberados por acción de organizaciones de derechos humanos, pero principalmente de familiares organizados de esos desaparecidos y presos (el grupo Eureka con Rosario Ibarra de Piedra adelante es uno de los relevantes). Con los años de trabajo e investigación directa, con los testimonios de sobrevivientes, y ex desaparecidos y presentados y liberados, así como de testimonios de algunos agentes represivos se supo de cárceles clandestinas, de métodos de interrogatorio con tortura y de viles asesinatos. Se supo sin precisión de cómo llevaron en helicópteros y avionetas a algunos de esos presos para ser arrojados al mar. En esas listas se ponen nombres de conocidos luchadores del movimiento insurgente y gente de poblaciones afectadas de Guerrero, haciendo parecer que, se les da por “encontrados”.
De todo esto queda una conclusión obvia: la guerra contrainsurgente tiene un responsable FUE EL ESTADO. Pero por su práctica más allá del objetivo de exterminar a los grupos insurgentes, se ha llegado ahora a confirmar incluso con el caso Radilla que se ejerció TERRORISMO DE ESTADO contra la población inerme. Terrorismo que afectó física, emocional, económica, política y social a miles de mexicanos.
- La verdad oculta, manipulada o desenfocada de los responsables de esa forma de guerra contra el Pueblo.El Estado y sus gobiernos ha tenido que reconocer la fuerza de la denuncia, de la solidaridad y de la búsqueda que han hecho organizaciones de familiares, otras de derechos humanos y por demás organizaciones sociales y políticas democráticas por cinco décadas al menos, pero ha ofrecido evasivas, ocultamientos, simulacros y construcción parcial de respuestas con la entrega de archivos censurados e incompletos, y se disponen medidas para reconocer esa época y prometer “la no repetición y la reparación del daño”. Las comisiones estatales por la verdad y la nacional de tiempos de la presidencia de Vicente Fox fueron coartadas como en las ocasiones posteriores para llegar a determinar los aspectos centrales de esa represión y terror:NO se precisan los lugares del crimen contra los insurgentes y la población afectada, tampoco los nombres de los responsables de las masacres, torturas, ejecuciones, saqueos y el principal dato: DÓNDE ESTÁN las y los desaparecidos.
Los gobiernos de los distintos partidos han defendido a los presidentes en turno y al Ejército como el monopolio legal de la violencia, y a su mando, al estado mayor del ejército, la marina y de otras fuerzas policiales intervinientes en ese terror de Estado. El presidente que está por terminar su periodo de gobierno ha insistido en la fórmula de que los militares cumplieron y cumplen órdenes de autoridades civiles, y cuando se demuestra la actividad criminal de varios mandos, se les protege para que no sean procesados judicialmente y condenados. La voz de los familiares y de las organizaciones que no se rinden ni se venden grita y manifiesta: Fue el Ejército y la Policía Política, y tan pronto pueden, denuncian listas de mandos responsables directos de la represión política.
- La actual guerra neoliberal contra la población.Muchos estudios han demostrado que tras la careta de guerra contra las drogas y luego guerra y acciones contra el crimen organizado, el Estado ha cumplido a la vez con el recambio de estrategia de control y expropiación de libertades de los pueblos por parte del imperialismo pero también el canal abierto para que el negocio de la macro criminalidad con sus grupos y células de sicarios se cuente con fuerzas paramilitares como primera línea de ataque a las comunidades y organizaciones sociales que resisten a los megaproyectos capitalistas que se asientan tras el terror, el desplazamiento forzado y el despojo de territorios, bienes y formas de vida de los pueblos. Ya no se enfrenta a una fuerza insurgente sino a los pobladores de comunidades rurales y barrios urbanos, Las noticias muestran que los grupos insurgentes que persisten viven el cerco, la persecución, infiltración y ataques político militares por parte del Estado. En esta época hay más de 100 mil desaparecidos y niega el gobierno saliente que en este sexenio se han contado 60 mil personas desaparecidas, más de 35 mil personas desplazadas de sus pueblos y miles de muertos a manos de una macro criminalidad dirigida dentro y fuera de las instituciones.
Ahora se habla de guerra entre los cárteles o sus fracciones y células por el dominio de plazas para el negocio criminal. El ejército y la guardia nacional se han extendido por todo el país pero se enfocan a vigilar y controlar las olas migratorias, a proteger los megaproyectos y a desbloquear caminos de protesta popular, no las de los delincuentes autorizados. Hacen una guardia ciega y sorda a la cínica presencia del crimen y al dominio de gobiernos en municipios de México.
- Los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y de otras organizaciones campesinas, populares y civiles.Se cumplen en septiembre 10 años de este atroz crimen de Estado contra jóvenes estudiantes de una de las normales rurales más destacadas en la lucha por llevar educación y servicio a pueblos y comunidades, Se repiten en Guerrero y luego en muchas partes de territorio mexicano los mismos actos del crimen de Estado, ahora con la suma de fórmulas para manipular la verdad, para proteger a presidentes, a mandos militares, a fiscales, gobernadores y jueces. Se acusa a grupos del crimen autorizado y a efectivos policiacos y del ejército de menor rango. Se detiene a un Procurador Nacional pero no a quienes ocultan la mano presidencial y militar. Fue el Estado, es Terrorismo, es Impunidad, el Ejército participa y se le protege, se le estimula la imagen, ya sin lograrlo, de fuerza de paz y de apoyo que enmascara el signo represor y corrupto de muchas de sus operaciones.
Para colmo se intenta dividir a padres y madres, se acusa las organizaciones de derechos humanos que les acompañan y a sus abogados directos de mentir y hasta de favorecer el que no se resuelvan los procesos en curso. Pero NO INVESTIGAN TODAS LAS RUTAS Y LUGARES; TODOS LOS DOCUMENTOS, Y no se logra ENCONTRAR A LOS NORMALISTAS, los mismos que vivos los llevaron y vivos los queremos.
A este vergonzoso papel del Estado, se suma la no atención y el desprecio a los miles de familiares, amigos y compañeros que están en busca de desaparecidos recientes. Se apoyan campañas de desprestigio y de reducción de la importancia de esta nueva guerra neoliberal que padecemos.
En correos a este medio nos dicen ex-presos políticos, sobrevivientes de la contrainsurgencia:
“Lo cierto es que se ha complicado el esclarecimiento de la verdad acerca de la desaparición de ciento de compas y nos queda claro que en esta administración que termina como ocurrió en la de Fox queda pendiente el que se dé a conocer la verdad de dónde quedaron todos ellos.
Pero de lo que no tenemos ninguna duda es que “Fue el Estado” y que no por ello no olvidamos y no perdonamos y seguimos exigiendo al mismo el reconocer tales acciones criminales y castigo a los responsables, aunque muchos de los mismos ya estén muertos”.
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La UNAM busca castigar a un profesor por luchar contra el porrismo*
La UNAM busca despedir al profesor de asignatura Facundo Jimenez Pérez, acusado de ser el autor intelectual de la toma de la Dirección General de Colegios de Ciencias y Humanidades que tuvo como finalidad exigir la desarticulación de los grupos porriles al interior de la Universidad.
Durante 39 años, Facundo Jimenez se ha desempeñado como profesor, y por más de 25 se ha caracterizado por llevar una lucha contra el porrismo al interior de CCH Naucalpan y en la UNAM. Su carrera se ve en riesgo por su activismo, y acusa que las autoridades lo quieren despedir por protestar después de que la UNAM informara sobre la expulsión de 7 estudiantes que se manifestaron por la muerte de un estudiante en CCH Naucalpan durante un ataque porril. El docente protestó, y le llegó un citatorio de investigación administrativa, acusado de falta de probidad y de honestidad, así como de actos violentos.
El 22 de mayo, al acudir a las oficinas jurídicas del CCH, Facundo se enteró de que la UNAM lo acusó de instigar a quienes tomaron la dirección general y también de agredir verbalmente a la secretaria del director general del CCH. En las pruebas que presentaron, únicamente aparece en dos videos en los cuales solo está protestando. La denuncia en su contra es por instigar a la toma.
“Mi línea de investigación es ´violencia escolar, convivencia escolar y la cultura de la paz´, sería muy incongruente que yo planteaba la violencia. Al contrario, nosotros los profesores del CCH Naucalpan siempre planteamos ante las autoridades el diálogo y el consenso, siempre».
Asegura que “Las mesas de trabajo o los encuentros que se dieron en el CCH Naucalpan fueron pura simulación y los chavos fueron los que decidieron (Tomar las instalaciones) y entonces estamos en el conflicto permanente entre las autoridades y la comunidad”.
Según relata el profesor, no es la primera vez que las autoridades lo persiguen. En 2005 lo despidieron por lo mismo, pero gracias a diversos paros en la UNAM se logró su reinstalación. Durante esa etapa, en 2006, las autoridades capitalinas de la alcaldía Iztacalco, pertenecientes al sector Tlaloc, llegaron hasta el apartamento de su madre buscándolo sin una razón específica. Esto ocurrió “en pleno conflicto en el CCH Naucalpan, no sé por qué” se cuestiona el profesor.
El profesor tiene publicada una tesina sobre la violencia estudiantil al interior de CCH Naucalpan por la Federación de Estudiantes de Naucalpan (FEN) durante 1997 y 2006.
También en 2006, luego del asesinato de otro joven en CCH Naucalpan por la FEN, se organizó con otros profesores, trabajadores, estudiantes y padres y madres de familia para formar un comité autónomo para desterrar y erradicar al porrismo. Su nueva lucha es lograr que la UNAM reincorpore a 7 estudiantes que como él, le han plantado cara a los movimientos contrainsurgentes qué hay en la máxima casa de estudios.
“Me preocupa que ya estoy grande, una compañera me decía que me van a quitar los medicamentos para la diabetes, le van a quitar a mi madre su tanque de oxígeno y todas las prestaciones y todos los doctores especialistas y me lo pueden quitar, o bueno, habría que verlo”
Continúan las movilizaciones
Además de las expulsiones, exigen que se esclarezca la muerte de un estudiante de CCH Naucalpan durante un ataque porril el pasado 8 de mayo. Durante la movilización pacífica, además de exigir que se deje de criminalizar estudiantes, se presentó un “Balance de la represión en la UNAM” en el que se contabilizaron 19 expulsiones desde la salida de Enrique Graue hasta la llegada de Leonardo Lomelí en noviembre de 2023.
Los estudiantes en el mitin el 28 de agosto frente al Centro Cultural Universitario, estudiantes, profesores y demás activistas se pronunciaron contra la expulsión de 7 estudiantes de la UNAM. Contabilizaron 5 expulsiones de la Facultad de Artes y Diseño en 2023 tras la toma de sus instalaciones por más de un semestre. Además de 5 expulsiones de Prepa 5 en 2023 tras haberse manifestado en Rectoría por diversas coyunturas en los CCHs, y en apoyo a la FAD. Además, las autoridades de la UNAM determinaron el 5 de septiembre el despido arbitrario del Prof. Facundo.
*Extracto de nota de Camilo Ocampo Pie de Página.
PAZ TOTAL:
NUEVO NOMBRE, VIEJA DOCTRINA
Equipo Digital ELN
Petro subordina su Gobierno a la línea roja sobre Doctrina de Seguridad trazada por la élite dominante, su discurso de paz disfraza la vieja doctrina contrainsurgente imperialista, fusionada hoy con la ley mafiosa de ‘te vendes o te mato’.
La vieja Doctrina de Seguridad que se aplica en Colombia desde el asesinato del líder liberal socialista Jorge Eliécer Gaitán en 1948, se ha ido configurando por varias capas, hasta llegar a ser la máquina de guerra monstruosa que es hoy, manejada desde el Departamento de Defensa (DOD) de Estados Unidos, en función de los planes de guerra perpetua del imperio; ante la cual quedan dos caminos: hacer ruptura con ella o someterse a sus mandatos.
Capa uno
Desde 1947 los EEUU y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), impusieron la llamada Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), según la cual el enemigo a combatir se encuentra dentro de las fronteras nacionales y son todos aquellos que buscan una sociedad socialista distinta al capitalismo; esta Doctrina también se conoce como del Enemigo Interno. Quince años más tarde, los EEUU incluyeron en los Manuales del Ejército colombiano, la realización de actos terroristas contra el Enemigo Interno y a partir de 1972, agregaron la Guerra contra las drogas como nuevo elemento de su Doctrina bélica.
Capa dos
La histórica fusión de EEUU con las mafias, la generalizaron en Colombia a través de la alianza con los Carteles de la cocaína en los años 80 del siglo pasado, con la que perpetraron el genocidio de partidos de izquierda como la Unión Patriótica, el Frente Popular y A Luchar; disuelta parcialmente cuando entraron en guerra con el capo Pablo Escobar, al tiempo que estrecharon la alianza con los demás carteles mafiosos, con los que crearon en 1995 el ejército narcoparamilitar que denominaron AUC, a quien encargaron de ejecutar una segunda ola de genocidio, esta vez contra todas las regiones de influencia revolucionaria. Tales mafias legalizadas en varios momentos, las reactivan como bandas, además de fortalecer los escuadrones paramilitares de los clanes mafiosos regionales.
Capa tres
Una vez realizan desmovilizaciones de grupos guerrilleros, el plan de guerra imperialista recluta una parte de los supuestamente desmovilizados y refuerzan el narcoparamilitarismo, como ocurrió en 1991 con ex integrantes del EPL, quienes después fundaron el Cartel de la cocaína nombrado Clan del Golfo; reciclaje de la violencia que hacen ahora con los exintegrantes de las Farc desmovilizados en 2016, presentados como Disidencias unos, mientras otros aparecen como bandas (Medina, Pescado, etc). A estos reciclados les encargan la ejecución de la tercera ola de genocidio, dirigido contra los líderes sociales populares.
Capa cuatro
En 2018, al Premio Nobel de paz colombiano se le ocurrió la brillante idea de afiliar al país a la Otan, convertida hoy en la principal alianza de guerra mundial, por esto, crece la exportación de mercenarios colombianos fogueados en el conflicto interno, quienes salen por miles hacia guerras como las de Yemen y Ucrania, junto a ser ‘carne de cañón’ en operaciones terroristas como el asesinato del presidente de Haití y otras operaciones de guerra imperialista contra Venezuela y Bolivia. Con el reentrenamiento de tropas colombianas buscan la interoperatividad con las Fuerzas Militares (FFMM) de la Otan, pero… antes, buscaron depurar la estructura mafiosa enquistada en las FFMM colombianas, por medio de un plan de contrainteligencia bautizado Operación Bastón, cuyo resultado está a la vista, el Almirante Francisco Cubides, el más involucrado con Carteles de la cocaína, acaba de ser ascendido a Comandante de las FFMM.
Capa cinco
Esta, más que ser una capa, es un barniz con el que han pintado las cuatro capas descritas, que conforman el aparato de guerra imperialista enraizado en el país. El plan contrainsurgente que en su Fase de Consolidación, en el Gobierno de Duque (2018-2022) se llamaba Zonas Futuro, desde 2022 bajo el Gobierno progresista, adquirió el nombre de Paz Territorial, según el cual, las inversiones del Plan Nacional de Desarrollo (PND) se focalizan en las áreas asignadas a desmovilizados de las guerrillas; retórica que no se concreta, porque los recursos son robados por la corrupción que corroe todas las instituciones.
La política pública de Paz Total trazada por el Gobierno progresista, solo cambia el título de la Doctrina de Seguridad, puesto que su contenido es idéntico a la que han aplicado las élites, las últimas siete décadas. La contradicción más flagrante reside en que los EEUU por medio de las Fuerzas Armadas (FFAA) prosiguen en la tarea de reciclar violencias, multiplicando carteles, clanes, bandas y escuadrones paramilitares, con los que desarrollan la guerra indirecta de ‘matar con puñal ajeno’; mientras el discurso gubernamental habla de someterlos a la justicia, lo que en realidad termina siendo un ‘lavado de imagen’, una legalización, para que ejecuten más eficientemente el plan contra el Enemigo Interno.
La publicitada Paz Total sirve al genocidio continuado del liderazgo popular, diseñado para ahogar en sangre todo intento de cambio, que evidencia una amarga realidad, en la que, mientras el presidente Petro habla en contra del orden de injusticia imperante en el país, su plan de pacificación sirve a la perpetuación de tal régimen tiránico. Hay que recordar que la paz llega con la justicia social, no con la simple pacificación.
La fuerza propulsora de la historia, incluso la de la religión, la filosofía y toda otra teoría, no es la crítica, sino la revolución.
(La ideología alemana. Marx, 1846)
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