Silvia Tanús Osorio fue un personaje clave para que se pudiera despenalizar el aborto en el ocaso del actual sexenio, pues la ex priista y actual legisladora independiente fue quien dio curso a la iniciativa que se aprobó este lunes, tras dialogar con colectivos feministas y sin hacer “ruido” del proyecto, pera evitar que fuera bloqueado, frenado, tal como ocurrió en cuatro ocasiones al largo de los últimos seis años.
Sin duda alguna el factor decisivo provino de Alejandro Armenta Mier, el gobernador electo de Puebla, quien aportó la voluntad política para quitarle “el freno de mano” que había en el Congreso del estado al tema de la interrupción legal del embarazo.
Un bloqueo que se había venido ejerciendo de manera permanente por la mayoría de los legisladores de Morena y el PT, que incongruente actuaban en contra del ideario de la 4T y acababan cerrando filas con la derecha poblana. Una actitud que les fue siempre dictada desde el Poder Ejecutivo estatal.
Al final debe quedar claro que la aprobación del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, acerca de la maternidad, es un logro que únicamente corresponde a los colectivos feministas que dieron mil batallas a lo largo del sexenio que está por acabar. Fue por su persistencia, por llevar el tema a las esferas nacionales y por exhibir la incongruencia de la 4T poblana que legislaba en contra de la agenda de género, que se logró erradicar del Código Penal la sanción contra las mujeres que decidan abortar en las primeras 12 semanas de gestación.
Si fuera por las fuerzas políticas de Puebla, incluyendo al PAN, al PRI, al PT y Morena, se hubiera mantenido la resistencia machista a la disposición que, desde hace tres años, dictó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de despenalizar el aborto en todo el país. En la entidad, por el contrario, se tiene una Fiscalía General del Estado que ha perseguido a mujeres, como si fueran delincuentes, por ejercer el derecho de interrumpir un embarazo.
Hasta hace unas semanas, las fuerzas conservadoras de Puebla presumían que un logro alcanzado era que se había logrado terminar el periodo gubernamental estatal sin permitir que avanzara el tema del aborto, luego de que se tuvo una de las etapas en que hubo mayor insistencia en que se reformara el Código Penal en la materia.
Lo que no percibió el PAN y la iglesia Católica es que surgieron dos factores fundamentales, para que en el último suspiro del sexenio el tema diera un vuelco de 180 grados.
El primero, sin duda alguna, fue la estrepitosa derrota electoral de la derecha en los comicios del pasado 2 de junio.
El fracaso en las urnas ha llevado al PAN una profunda crisis que se expresa en un fuerte enfrentamiento entre las facciones del albiazul, que se culpan de la debacle electoral y se están disputando el control del partido. Eso llevó a que el panismo poblano mostrara una pobre, raquítica, capacidad de movilización de las fuerzas vivas de la derecha en contra de la reforma del aborto.
Al mismo tiempo el resultado electoral del 2 de junio demostró que hay un electorado mayoritario que ya no se deja engañar, seducir, por el discurso de odio de la derecha, que en campaña difundía las ideas de que si ganaba la 4T se iban a cerrar templos religiosos y se obligaría a las mujeres a abortar.
Un segundo factor fue que los colectivos feministas supieron aprovechar la coyuntura electoral para lograr conseguir la aprobación del aborto voluntario, asistido y legal.
La ruta que se siguió es que hicieron la gestiones ante la legisladora Silvia Tanús Osorio para que se presentara el proyecto, por enésima vez, para despenalizar el aborto. Si no hubiera existido esa iniciativa en la lista de espera, en la última etapa de la actual legislatura local, simplemente no hubiera sido posible votar este asunto en el Congreso del estado, por más interés que hubiera existido de los diputados.
Tanús Osorio se ha destacado por ser una mujer de carácter fuerte. En enero de 2023, renunció a una larga militancia del PRI de cinco décadas, luego de haber sido dirigente priista en el estado, senadora de la República, regidora y funcionaria del ayuntamiento de Puebla, así como legisladora local. Ahora es parte del equipo político de Alejandro Armenta Mier.
Hace unos días la legisladora declaró que es necesario educar a las niñas para evitar que deban recurrir al aborto. Posteriormente tuvo el acierto de corregir sus palabras y asentar que la educación sexual debe abarcar a los dos géneros, no es un asunto exclusivo de las féminas.
A su vez los colectivos feministas hicieron presión en el entorno de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, así como de las próximas legisladoras federales de la 4T, para apuntar que en Puebla ha sido Morena la que ha frenado la agenda de género en el Congreso local.
Fue desde el ámbito federal donde se presionó para que se dejara pasar la iniciativa de la interrupción voluntaria del embarazo.
Y finalmente Alejandro Armenta Mier actuó en congruencia con el ideario de la 4T.