Atlixco. Siete de cada 10 nochebuenas comercializadas en Puebla y en más de cinco ciudades importantes del país en esta temporada de fin de año son sembradas en Atlixco, según datos oficiales de la Secretaría de Desarrollo Rural en el estado (SDR). “Es más, las flores tienen desde hace más de 45 años un romance con este municipio. Muchos pasaron de ser obreros, de las fábricas a sembrar el campo, a ser comerciantes o migrantes”, afirmó Francisco León, dueño de uno de los viveros más importantes de este lugar.
Junto a las remesas, los negocios locales y el turismo, la producción de plantas, específicamente de nochebuenas, representa uno de los cuatro pilares de la economía de este municipio, aceptó Miguel Ojeda, exintegrante del Consejo Municipal de Comercio y Turismo. “Sobre esos puntos está asentado el desarrollo de este lugar desde hace más de medio siglo y tras el fin de la era textil”, recordó.
Pero no todo son números positivos para los más de 70 productores del clúster de la colonia Cabrera, el más importante de la región centro de la entidad. Por la pandemia de Covid-19 hace un año redujeron 20 por ciento sus cosechas y apenas lograron colocarlas entre los clientes poco interesados en adquirirlas. “Hubo mucha incertidumbre”, aceptaron.
Esmeralda Rojas Ortíz es una de las mujeres productoras de nochebuena de Cabrera y admitió la pasaron mal en estos últimos 18 meses. “Hay una diferencia en muchos sentidos con respecto al año pasado de la contingencia del Covid-19. Estábamos un poco a la expectativa y con incertidumbre. Sin embargo, logramos desplazar a la gran mayoría de las plantas a pesar de las consecuencias económicas y de salud latentes y por sufrir. Al final las cosas no salieron muy mal como habíamos pensado. Pero sufrimos”, asentó.
Cuestionada por este diario sobre los últimos tiempos de apertura de establecimientos, adelantó ya es momento de “darle. Y este año la verdad metimos mucho ánimo. Más producción, precios, variedad y calidad. El arranque de los mecanismos de producción ayudará demasiado porque los clientes vendrán a visitar nuestros viveros llenos de colores y olores”.
Dijo en este 2021 sí hubo un aumento de la producción con respecto al anterior. “El año pasado fueron un millón 200 mil unidades y para esta época por comenzar son un millón 600. 400 mil más. Un crecimiento de entre el 10 y 20 por ciento”, explicó.
En el clúster de Cabrera, detalló, cohabitan entre 60 y 70 productores de nochebuena y de plantas diversas. “Son en total 19 variedades para esta temporada de fin de año. La más vendida es la freedom red, la de hojas rojas, y de mayor exhibición. No olvidemos es Atlixco de las flores. La nochebuena es un producto básico de este lugar. Y tenemos precios desde los 15 hasta los 450 pesos. Lógicamente depende del tamaño”.
Ana Laura Altamirano, secretaria de Desarrollo Rural (SDR) en Puebla visitó recientemente uno de los viveros de Atlixco. Y destacó la importancia del sector: “Existe una gran variedad de tamaños y especies al grado de colocar a Puebla en los primeros lugares de producción en el país. Este cultivo se desarrolla en municipios como Atlixco, Huachinango, Hueytamalco, Xicotepec de Juárez, Tlaola y Zihuautetla y en una superficie de 62 hectáreas”.
Agregó estiman una generación estatal para este año de 2. 7 millones de plantas dejando una derrama económica de aproximadamente 85 millones de pesos. “Atlixco concentra el 70 por ciento de la producción en Puebla y en el 2021 comercializarán un millón 600 mil de ellas. Esto por el trabajo y el esfuerzo de más de 250 familias generando 900 empleos directos los cuales representan el 45 por ciento de los 2 mil totales de este rubro ornamental en el municipio”.
La venta de las nochebuenas de Atlixco, subrayó, no solo ocurre en la entidad. “También llegan al interior del país, principalmente a ciudades como Tijuana, Monterrey, Tabasco, Oaxaca, Chiapas y desde luego a la ciudad de México para adornar jardines, camellones y casas. Forma parte fundamental de la reactivación económica”, cerró la funcionaria.
Félix Pedraza es un cliente de las Nochebuenas atlisquenses proveniente de San Martín Texmelucan. “Los viveros de este lugar son muy hermosos. De hecho, cada año venimos a surtirnos de flor para la casa y para regalar a los amigos y familiares. Hace un año sí estuvimos aquí de manera rápida, a pesar de la pandemia del coronavirus”.
Los aromas y los colores, apuntó, generan una buena sensación. “Aunque algo no me gustó este año: los precios. Las plantas están un poco caras quizá por la emergencia sanitaria mundial. Pero uno termina acostumbrándose a los adornos de esta época navideña. Voy a llevarme unas 30 o 40 rojas. Venimos hasta Atlixco por ser la mera mata de esa planta en Puebla. Estar aquí es relajante, motivante y todos nos sentimos a gusto”.