Desde Crimea, el periodista estadounidense de la revista The New Yorker, Jon Lee Anderson, señala que el conflicto entre Rusia y Estados Unidos por Ucrania, nos está enfrentando al “aroma de la Guerra Fría”.
La concepción de Guerra Fría señala un estado de tensión permanente entre las dos superpotencias que se erigen tras la Segunda Guerra Mundial, una guerra no declarada que pretendía frenar geográfica y políticamente la presión sobre el mundo que los soviéticos estaban ejerciendo, dando lugar a un sistema internacional bipolar, donde los demás países se alineaban geopolíticamente a los Estados Unidos o la entonces Unión Soviética.
El periodista califica a Crimea como el ombligo de la nueva tensión entre los súperpoderes, en la que por un lado se encuentra Rusia que sigue siendo una potencia nuclear y exige que se le reconozca como tal y por otro lado Estados Unidos, desplegando un simulacro de poderío bélico en las narices de Moscú.
Aunque se marca el fin de la Guerra Fría tras la caída del muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética, Anderson sugiere que “si no es que estamos de nuevo en Guerra Fría abierta, estamos al borde de ello”.
Señaló además que el presidente Barack Obama no es George Bush y no le gusta la guerra pero está desplegando las fuerzas bélicas en Rusia para que comiencen a “portarse bien con los ucranianos”, de acuerdo a una nota publicada en el portal de Aristegui Noticias.
“Estamos en el umbral” analizó, añadiendo que desconoce para que lado vamos pero que la situación puede tornarse más tensa.