“No habrá impunidad para nadie”, sentenció el gobernador Salomón Céspedes Peregrina en el caso de los agresores contra Ernesto Calderón.
Incluso se deslindó de tener algún nexo con las familias de los siete universitarios imputados como responsables de la golpiza, en el que la víctima casi pierde la visibilidad de un ojo.
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Al término del acto conmemorativo por la Batalla de Chapultepec, en el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec, el mandatario estatal confió que “el proceso se lleve con toda legalidad y transparencia”.
En entrevista, reconoció que las redes sociales es un “arma de doble filo”, pues mientras ayuda a visibilizar hechos violentos como la agresión de un grupo de juniors poblanos contra Ernesto Calderón, quien fue hospitalizado por la patada que recibió en la cabeza, muy cerca del ojo, también alerta a los agresores.
“Espero que la Fiscalía, a quien le tengo plena confianza, y todo el respaldo al fiscal, haga el trabajo que se tiene que hacer en los tiempos que marque la ley; y por supuesto que no habrá impunidad para nadie”, recalcó.
Céspedes Peregrina negó rotundamente que esté ligado a algunos de los familiares de los jóvenes agresores, a quienes han bautizado con el mote de Los porkys poblanos, en alusión a un caso similar que se dio en Veracruz, en 2015.
“Es mentira que yo conozca algún padre de familia de los agresores, eso lo quiero dejar muy claro porque no se vale que lucren con este tipo de acciones”, desmintió.
Por fortuna, dijo que en el caso de Ernesto Calderón no se ha tenido daños mayores, como una muerte, por lo que afirmó que su gobierno trabaja para evitar que ocurra este tipo de violencias entre jóvenes.
En ese sentido, el titular del Ejecutivo hizo un “llamado enérgico” para que se haga justicia.
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Reveló que hay coordinación con el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, quien ya declaró públicamente que habrá colaboración con el gobierno del estado de Puebla para buscar a los responsables.
Sin embargo, destacó que será la Fiscalía General del Estado, al frente de Gilberto Higuera Vernal, quien tendrá que dar con los responsables, luego de que se dijo que dos de los agresores habría huido a esconderse en el estado de Hidalgo.
Al respecto, Salomón Céspedes dijo que como titular del Poder Ejecutivo no puede tener injerencia en el caso, pues de estaría excediendo en sus facultades y pondría en riesgo el debido proceso.
“Le toca a las fiscalías hacer su propio trabajo, ténganlo muy claro, nosotros hacemos un llamado de justicia total y estaremos pendientes de que se puede llevar a cabo de acuerdo a los procesos, pero no está en las manos del Ejecutivo el poder hacer ese trabajo, es importante para no violar el debido proceso”, aclaró.
La madrugada del pasado 9 de septiembre, un grupo de siete juniors, estudiantes de las universidades privadas Anáhuac y Tecnológico de Monterrey en Puebla, golpearon hasta dejar inconsciente a Ernesto Calderón, al salir de la zona de bares y antros en la zona de la Isla de Angelópolis.
La víctima recibió múltiples patadas en el cuerpo y principalmente en la cabeza, lo que le ocasionó fractura y una lesión en el ojo. Incluso, hasta este inicio de semana el estado de salud se mantenía reservado.
Tras viralizarse el hecho violento, a través de las redes sociales, las universidades Anáhuac y el Tecnológico de Monterrey identificaron que se trataban de estudiantes matriculados en sus instituciones, por lo que tuvieron que ser suspendidos, en cumplimiento al reglamento interno.