La semana que corre es de enorme dinamismo y polarización política, ni duda cabe. Abre apenas con la publicación en el Diario Oficial de la Federación el pasado 15 de septiembre, del Decreto de reforma al Poder Judicial, a partir del cual se da hasta siete días para que el INE determine en sesión de su Consejo General, el arranque formal del proceso electivo en esta materia, que sería el primer domingo de junio del 2025.
Lo anterior no ha cerrado la puerta de la oposición. Su más reciente intento fue interponer un recurso ante un juez, para evitar se publicase el Decreto en el DOF, ahora los trabajadores del PJF en paro indefinido han decidido mantenerlo, sabrá hasta cuándo. Pero también se han mantenido las críticas de editorialistas y columnistas de la oposición, magnificando los dichos del expresidente Ernesto Zedillo, del cual, coincido con aquellos que señalan que no tiene personalidad moral para opinar, más por lo que significó su sexenio.
La intención es revolver las cosas, enrarecer el ambiente político y crear la desestabilidad para la conclusión del periodo presidencial de López Obrador y en el inicio del gobierno federal entrante. No por nada, quienes hasta hace poco defendían al INE (que “no se toca”), se han vuelto sus críticos, quienes dudan que vaya poder asumir la tarea del nuevo proceso electoral para renovar el Poder Judicial. Son los mismos que han dividido al grupo de consejeros electorales, entre los malos (quienes aprobaron el reparto de diputaciones plurinominales) y los buenos (quienes asumieron formas interpretativas de la Constitución).
También puedes leer: Necesario consumar la separación del poder político del poder económico
Lo otro de la semana, es la publicación de una carta suscrita por Genaro García Luna, donde suelta una supuesta relación entre López Obrador y El Mayo Zambada, que al igual de las anteriores ocasiones que se ha lanzado esta acusación, no se ha mostrado ningún elemento probatorio, lo cual ha provocado que se desmonte rápidamente el caso, un poco concluyendo conforme el clásico de que, “lo que no mancha, tizna”.
Todos los aspectos hasta aquí enunciados, pudiesen expresarse en nuevas formas de la oposición para manifestarse y oponerse a todo aquello que surja de la 4T, aunque como ya lo hemos venido señalando, es una cuestión más reactiva que pensante y propositiva. Esto es algo que le falta a la derecha, pues es claro que poco convincente es plantear que se quiere volver al pasado.
Otra cuestión que nada ayuda a la derecha expresada en el PRI y el PAN, son sus luchas intestinas, a partir del empecine de sus dirigentes, dígase Alito Moreno y Marko Cortés respectivamente, para mantenerse en la dirigencia de sus partidos, no obstante, los fracasos de los cuales ellos son los principales responsables.
Finalmente, esta semana concluirá con la celebración de un congreso extraordinario de Morena, en la cual, es casi seguro que Luisa Alcalde ocupará la presidencia del partido gobernante y Andrés Manuel López Beltrán sea el secretario general.
Quedará una semana más de septiembre, que se augura igualmente intensa en lo político.
Te podría interesar: No entienden que no entienden