Los senadores del PRI denunciaron que la inversión de 721 millones de pesos destinada a la construcción de “Arcos de Seguridad” en Puebla durante el sexenio anterior no arrojó resultados, porque el robo en carreteras aumentó en 161 por ciento este año, mientras el robo a camiones de carga creció en 186 por ciento. Responsabilizaron del problema a la administración del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas (2011-2017), bajo el argumento de que ésta pretendió frenar la inseguridad con “obras de relumbrón” ineficaces.
Si no fuera porque este tipo de temas tienen una gravedad incontrovertible, sería fácil decir que los resultados de las obras y proyectos que emprendió el morenovallismo son siempre contraporducentes y por demás costosas para el erario. Baste mencionar como ejemplos, el segundo piso de la autopista México-Puebla, en cuya parte baja fue construida una ciclovía que ha tenido que retirarse por haberse convertido en un verdadero obstáculo para la circulación de miles de automóviles y cuya pifia está valuada en 150 millones de pesos.
El segundo ejemplo es precisamente el de los Arcos de Seguridad, que no han servido para nada y eso es evidente en que el crecimiento del crimen organizado y también de la delincuencia común, con niveles de violencia nunca antes vistos en Puebla.
Por todo lo anterior no resulta ocioso exigir que se investigue y castigie a los culpables del despilfarro en todas las obras públicas del sexenio pasado, porque la impunidad que campea en Puebla solo está contribuyendo a un deterioro de my alto calibre en el nivel de vida de la sociedad.