El pasado 31 de julio se cumplieron seis años del asesinato de: L@s Cinco de la Narvarte. Es decir, de Alejandra Negrete, Mile Virginia, Yesenia Quiroz, la activista, Nadia Vera y el fotorreportero, Rubén Espinosa.
Uno hubiera esperado que, en el actual gobierno, las pesquisas de asesinatos fueran mejor, pero la investigación no ha avanzado como se esperaba, y la injusticia continúa, junto con las ocho hipótesis que se plantearon desde el principio y, lo más grave, no se ha profundizado lo suficiente en la llamada “Conexión Veracruz”, que es donde muchos analistas dicen pueden encontrarse las causas de ese múltiple asesinato.
Hay que recordar que Nadia Vera, activista por los derechos humanos, tuvo que salir de aquel estado gobernado por el gran estafador y preso por delitos varios, Javier Duarte.
Rubén Espinosa, asimismo, vino al entonces DF debido a su actividad, en la cual realizaba denuncias a las tropelías de la clase política jarocha.
La madre de Rubén, Patricia Espinosa, dijo este pasado sábado 31 de julio que se necesita “verdad, certeza y seguridad” en las investigaciones.
Señaló que se les niega y esconde pruebas, e incluso que hay nuevas filtraciones del caso y no hay castigos a los responsables, al contrario, existen burlas y risas de muchos de los que deberían proveer justicia.
No hay un expediente completo del caso; hay información que desapareció y análisis que continúan sin realizarse.
Sentenció la madre de Rubén: Se les acabó el tiempo; es la última oportunidad para resolver este múltiple asesinato. Las autoridades actuales se alquilaron para solucionar problemas y deben hacerlo a la brevedad. No sólo detener a tres personas, sino hacer una indagación total y meter a prisión a todos aquellos que hayan participado en este horrendo crimen colectivo.
Para Leopoldo Maldonado, encargado de Artículo 19 (Sin Embargo, 30 de julio), en los homicidios de la calle de Luz Saviñón, colonia Narvarte, debe investigarse a fondo al encargado de Seguridad de Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita, en la época del rufián Javier Duarte, y a Rodolfo Ríos Garza, procurador de Miguel Ángel Mancera, quien inició las averiguaciones y las manejó pésimamente. Ambos pueden estar metidos en el asunto.
(Recordar que la esposa de Javier, Karime Macías, continúa en Londres, Inglaterra, dilapidando la fortuna malhabida de su marido).
Además, se debe sancionar a los medios que han difundido versiones falsas y han recriminalizado, en varias ocasiones, a las víctimas. Esa prensa, digo yo, que es muy exigente en muchas ocasiones, pero coludida con los poderes económicos y políticos, que en el fondo les sirve de vocero y tapadera para sus actos siniestros.
Maldonado señaló algo que es evidente, hace tiempo, pero es importante destacarlo cada vez que sea posible: los aparatos judiciales están cooptados por los aparatos criminales, en gran medida. Ello permite la impunidad de los delincuentes.
Si bien ha existido un cambio en el trato a las víctimas y aparentes muestras que se deben hacer mejor las cosas, con la llegada a la Fiscalía General de la Ciudad de México, a cargo de Ernestina Godoy, los resultados no se han dado en tres años como esperábamos todos los que hemos seguido el caso. Más bien el asunto se complica y avanza a paso lento, en un país que exige justicia pronta y expedita.
Ni siquiera ha existido la cortesía, de dar alguna conferencia de prensa, por parte del vocero, Ulises Lara. Una prueba más de la negligencia y la injusticia.
Por su parte, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, es un un cero a la izquierda, como en otros asuntos. Jamás ha realizado el menor esfuerzo para limpiar el cochinero dejado por Javier Duarte quien, en prisión, de la que pronto saldrá, continuará aparentemente haciendo bromas lingüísticas que muestran su perturbado estado mental.
Obviamente, Enrique Peña Nieto, quien decía que Duarte era de la generación de nuevos priistas, la cual iba a cambiar México, sigue en gran romance con Tania, y mofándose de los familiares de miles de víctimas que dejó a su paso, como huracán devastador.
Lo más grave de todo es que mientras en el actual gobierno los miembros del equipo de López Obrador se riñen en público, el más reciente caso acerca de un abusador de menores, Saúl Herrera, en el que discutieron Alejandro Encinas, de la secretaría de Gobernación, y Ricardo Monreal, líder del Senado, las víctimas en muchos lados, entre ellas las de la colonia Narvarte, exigen verdad, justicia y detención de todos los culpables.
L@s Cinco de la Narvarte, un puñal en el cuerpo muy herido de México.
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