El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que a tres años de su gobierno “paró en seco” la construcción de carreteras a cargo de empresas privadas, que no solo construían sino además operaban el mantenimiento de las mismas. Como ejemplo, citó que no habrá un caso similar al segundo piso de la autopista que atraviesa la Ciudad de Puebla.
“Fueron negocios redondos, fue puro influyentismo y moches para recibir no solo la concesión sino el crédito”, acusó.
Durante la conferencia mañanera, un periodista cuestionó que su gobierno no ha frenado aún la privatización de las carreteras en México, que se concesionan a través del Fondo Nacional de Infraestructura y que afecta a los trabajadores de Caminos y Puentes Federales (Capufe).
Al respecto, el mandatario federal respondió “paramos en seco todas las privatizaciones porque era excesivo en todo, en Petróleos Mexicanos (Pemex), en la industria eléctrica, en comunicaciones, en el agua y hasta en los reclusorios”.
En el caso de las carreteras, López Obrador dijo que empresas privadas firmaron con gobiernos anteriores convenios de mantenimiento por varios años que ahora se tienen que estar pagando.
Actualmente, informó que su administración está revisando esos convenios y procurando que no haya ese mantenimiento privado, para fortalecer a Capufe
-¿Ya no habrá licitaciones? –se le inquirió.
-No, ya la instrucción es que no se privatice nada, que se fortalezca Capufe que había quedado rezagada como empresa y, en efecto, estamos haciendo una revisión de financiamiento, porque muchas de esas obras eran financiadas por la Banca de Desarrollo.
El jefe del Ejecutivo destacó que se está informando con un equipo que está trabajando, en cuántos convenios de la industria eléctrica de las empresas extranjeras que recibieron concesiones para vender energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y cuántos créditos se les otorgaron en el mismo gobierno.
En ese sentido, dijo “no es cierto” cuando sus adversarios aseguran que no llegará inversión extranjera al país si pone orden; por lo que arguyó habría que ver cuánta recurso llegó a México con la privatización.
López Obrador señaló que era un gobierno al servicio de los negocios privados, que utilizaba presupuesto público, no solo para otorgar créditos sino presupuesto.
Como ejemplo, el presidente citó la construcción del segundo piso de la autopista de Puebla, que estuvo a cargo de la empresa española OHL.
“El presupuesto federal es mayor a lo que invirtieron y ellos tienen la concesión y cobran para muchos años, con eso pagan el crédito”, acusó, en referencia a la compañía.
Prosiguió: “El segundo piso de Puebla es una obra que costaba 5 mil millones de pesos, la estiman en 10 mil millones y llegaban al acuerdo, de esos 10 mil, que el gobierno federal aporte 5 mil y la empresa el resto, pero como realmente la obra costaba 5 mil millones, con lo que se dio de presupuesto federal la compañía ya no tuvo que aportar nada, además se quedaron con la concesión y todavía cobran”, condenó.
López Obrador recalcó que este tipo de negocios al amparo del presupuesto ya no existen en su gobierno, a pesar lamentó que todavía existe el pensamiento tecnocrático que no se acaba de ir de México.
“Ahí vamos, avanzando poco a poco”, concluyó.