La Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (SMADSOT) informó que únicamente 21 de los 217 municipios de Puebla decidieron actualizar o elaborar por primera vez su programa de desarrollo urbano en los últimos tres años, herramienta indispensable para la planeación ordenada de territorios fuera de zonas de peligro.
Durante su comparecencia ante el Congreso local, Norma Angélica Sandoval Gómez, titular de la SMADSOT, informó que este año se brindó asesoría y acompañamiento técnico a estos 21 municipios; sin embargo, solo uno logró concluir los trabajos necesarios para obtener el dictamen de congruencia.
En el resto de los municipios, prosiguió la funcionaria ante una comisión de diputados, no se solventaron las observaciones finales requeridas, por lo que “quedarán para la siguiente administración estatal que se puedan concluir estos proyectos”.
Puntualizó que solamente San Martín Texmelucan logró finalizar y consolidar su programa de desarrollo urbano, tras trabajar en el tema durante 2022 y 2023, mientras San Pedro Cholula avanzó en la elaboración de su programa, pero no logró la aprobación final por parte del Cabildo, lo que impidió su conclusión.
Sandoval Gómez enfatizó que la falta de programas de desarrollo urbano no sólo limita el crecimiento ordenado de los municipios, sino que también pone en riesgo a las comunidades al no considerar los peligros naturales que afectan a sus territorios.
En este sentido, la ley específica que la SMADSOT debe elaborar un atlas de peligros naturales, con enfoque en los riesgos derivados del cambio climático y las zonas de alta vulnerabilidad.
“Por ejemplo, revisamos con cada municipio cuáles son los riesgos que podrían aumentar, como los asentamientos en zonas cercanas a cañadas, donde se genera un alto peligro para la población. También hemos trabajado para evitar que las comunidades se ubiquen en áreas susceptibles al paso de material incandescente en caso de erupciones volcánicas o incendios”, explicó.
La funcionaria resaltó la urgencia de que los municipios asuman su responsabilidad en la elaboración de estas herramientas de planeación, que no solo garantizan el ordenamiento territorial, sino también la seguridad de las personas.