De los 10 legisladores de Morena que integran la bancada de Puebla en la Cámara de Diputados, sólo Ignacio Mier Bañuelos avaló el acuerdo que firmó su coordinador, Mario Delgado Carrillo, para que el PRI se quedará en la presidencia de la mesa directiva.
Los nueve restantes votaron en contra, en abstención o se ausentaron de la sesión en el momento que se abordó el tema, incluido Alejandro Carvajal Hidalgo, quien desistió de apoyar al tricolor y decidió votar en contra, tras ser acusado por liderazgos cercanos a la munícipe de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, de traición.
En tanto, los tres diputados poblanos del PT, aliados de Morena en la elección de 2018, rechazaron el acuerdo de Mario Delgado, mientras cuatro de los cinco representantes populares del Partido Encuentro Social (PES) lo respaldaron.
La integración de la mesa directiva fracturó a las bancadas aliadas de Morena, el PT y el PES, por la decisión del legislador petista Gerardo Fernández Noroña de disputar la presidencia al PRI y acusar que hubo una operación impulsada desde la presidencia del país, que ocupa Andrés Manuel López Obrador, para dejar la posición a la tricolor Dulce María Sauri.
De los 18 diputados de Puebla que emanaron de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES), votaron a favor del PRI Ignacio Mier Velazco y los legisladores del PES Claudia Báez Ruiz, Edgar Guzmán Valdez, Fernando Manzanilla Prieto y Nayeli Salvatori Bojalil.
En contra se manifestaron los morenistas Alejandro Carvajal Hidalgo, David Bautista Rivera, Susana Beatriz Cuaxiloa Serrano, Agustín Reynaldo Huerta González, Inés
Parra Juárez, Alfonso Pérez Arroyo y Julieta Kristal Vences Valencia, así como los petistas Alejandro Barroso Chávez, Martha Huerta Hernández y Nelly Maceda Carrera.
Tres optaron por abstenerse o no estar presentes en la votación. En el primer caso se encontró Saúl Huerta Corona Benjamín (Morena); en el segundo, Héctor Guillermo de Jesús Jiménez y Meneses (Morena) y Miguel Acundo González (PES).
La integración de la mesa directiva se votó de manera previa el 31 de agosto, sesión en la que Sauri no alcanzó las dos terceras partes del pleno para instalarse en la presidencia. En ese cónclave, Carvajal votó a favor del PRI y arremetió contra Fernández Noroña, al que acusó de buscar “adueñarse burdamente” del cargo y de violentar acuerdos políticos.