Durante su participación en el Segundo Encuentro de Comités de Ordenamiento Ecológico Participativo, celebrado este fin de semana en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), el Armando Bartra propuso un proyecto de reordenamiento territorial a nivel nacional. Inspirado en las ideas de Ignacio Ramírez “El Nigromante”, el filósofo sugirió que el espíritu que ha guiado a los defensores del territorio e integrantes de los comités debe servir como base para estructurar un nuevo ordenamiento territorial que abarque todo el país.
En su conferencia magistral de referencia, dictada el pasado viernes en El Paraninfo, Bartra destacó la importancia de los criterios agroecológicos y etnográficos que han guiado algunas de las propuestas de ordenamiento a lo largo de la historia.
Sin embargo, el también sociólogo advirtió que dichas se han concentrado en áreas específicas sin considerar la totalidad del territorio nacional.
Resaltó que Ignacio Ramírez, hace más de 170 años, ya proponía una regionalización política que combinaba criterios étnico-históricos y agroecológicos, una visión que Bartra consideró como una propuesta revolucionaria para la época y que sigue siendo relevante hoy en día.
Ramírez, abundó, abogaba por un modelo que no solo defendía a los pueblos autóctonos y los ecosistemas, sino que también incluía la lucha por los derechos laborales y sociales, enfatizando la necesidad de un enfoque que abarque a todos los habitantes y sus derechos.
Bartra destacó que, en el contexto actual, caracterizado por crisis ambientales se hace cada vez más urgente un reordenamiento territorial que incluya a todo el país. Este reordenamiento, explicó, no debe limitarse a las pequeñas áreas de conservación o a los territorios de los pueblos originarios, sino que debe abarcar una macro reterritorialización que responda a los desafíos nacionales, como el estrés hídrico que afecta al norte de México.
El académico sugirió que la solución a estos problemas pasa por relocalizar la producción agrícola hacia las regiones del sur y sureste, donde los recursos hídricos son más abundantes. Esta propuesta, indicó, implica un cambio significativo en la distribución geográfica de los cultivos, alejándose del modelo intensivo que ha predominado en el norte, y adoptando una agricultura sostenible y adaptada a las condiciones agroecológicas de las regiones más húmedas del país.
Bartra subrayó que esta relocalización debe ser acompañada por un modelo de desarrollo agrícola que sea inclusivo, participativo y que respete las particularidades de las comunidades locales.
Bartra hizo un llamado a reimaginar el ordenamiento territorial de México, siguiendo los principios propuestos por Ignacio Ramírez en el siglo XIX. Esta reterritorialización, apuntó, no solo es necesaria, sino imperativa, para enfrentar los desafíos sociales y ambientales que enfrenta el país en la actualidad.
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