Ayer, una jueza laboral indicó prórroga de un mes al emplazamiento de huelga nacional en Alpura, cuyo vencimiento original era el próximo lunes 4 de agosto, a las 12 horas, luego de intensas negociaciones entre la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y la empresa. No obstante, persiste el malestar: en Puebla, la CROC denuncia que Alpura insiste en cobrar la merma a los trabajadores a pesar de la suspensión temporal del paro.
El conflicto, que alcanza a miles de empleados del sector lácteo en el país y más de 150 en Puebla, surgió por constantes violaciones al contrato colectivo de trabajo, deterioro de condiciones laborales y, en particular, por la política de descuentos por merma impuesta por la compañía.
Según señala Guillermo Andrade Carrillo, delegado sindical de la sección seis de la CROC en Puebla, la principal queja actual es que la empresa busca trasladar el costo de la merma a los ingresos de los empleados.
La mecánica de estos cobros consiste en descontar a los repartidores y vendedores el valor de los productos caducados o no vendidos, incluso si la reposición escapa a su control.
Las políticas de Alpura establecen que existe un plazo de varios días para regresar esos productos a la empresa; sin embargo, en muchos casos, esa devolución resulta imposible por circunstancias ajenas al trabajador, como la negativa de los tenderos o el cierre de comercios.
Cuando el producto sobrepasa ese tiempo, la gerencia realiza el descuento automático del sueldo, lo que impacta económicamente a los empleados que ya enfrentan otras presiones, como la amenaza de despido.
El pasado 8 de julio, trabajadores de Alpura protestaron en diversas ciudades del país, incluida Puebla, para exigir la eliminación de los descuentos por merma y el respeto íntegro al contrato colectivo.
Aunque la huelga nacional debía estallar el próximo lunes, la orden judicial dio mayor margen para que empresa y sindicatos negocien.
No obstante, el delegado Andrade advierte que la presión sobre el personal continúa, pues los descuentos siguen aplicándose.
La CROC nacional sostiene que la resolución de la jueza busca evitar un paro generalizado que afecte la cadena de distribución láctea, pero recalca que el fondo de las demandas es el respeto de los derechos laborales ya firmados por la empresa.
En Puebla, los representantes sindicales consideran imprescindible que la solución sea integral, para impedir nuevas prácticas que dañen el ingreso y estabilidad de los trabajadores en todo el país.
Por ahora, la suspensión de la huelga nacional depende del avance real en las mesas de negociación, que serán dos en agosto, y de que la empresa cese la “cobranza repetida de mermas”. Si no hay solución, el riesgo de paro sigue latente para Alpura y toda su cadena productiva.
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