Lunes doloroso que invita a retomar cualquiera de las grandes obras de Eduardo Galeano y más que llorar la pérdida de este gran hombre, agradecer sus letras y el aprendizaje de leer de otro modo nuestra realidad.
La historia de América Latina, el mundo, el futbol y tantas otras cosas en los cuales se plasma la realidad social, del medio ambiente y el desarrollo, son temáticas que Galeano plasma y nos llevan a salir del imaginario colectivo a través de textos que provocan fascinación, inmovilidad, perplejidad, depresión, amargura, tristeza, desesperanza, frustración, ganas de gritar, ansias de revolución.
Eduardo Galeano, a través de cada frase y cada texto, nos abre cientos de ventanas para que seamos capaces de observar nuestra historia y un mundo un tanto más verdadero. A través de una pluma inteligente y divertida nos demuestra que la peor de las miserias imaginadas podría ser la ventana del alma de cualquiera de nosotros, ellos o aquellos que al final, nos demuestra, somos lo mismo sin que así lo sea.
A través de hojas de papel escritas se gritan las urgencias éticas de este mundo… se arrojan palabras que invitan, nos hacen sonreír e implican sentimientos desgarradores en el alma, corazón, mente o lo que sea que Mafalda nunca logró encontrar para poner el curita ahí donde más dolía.
Patas Arriba, la escuela del mundo al revés; Las venas abiertas de América Latina; El libro de los abrazos; Los hijos de los días; El futbol a sol y sombra; Memoria del fuego… solamente son parte de una enorme obra, que insisto, más que ser una majestuosidad literaria (que lo es) son letras que nos permiten comprender, sentir, pensar… soñar.
Se nos fue un loco lindo… uno de esos locos que es tan importante tener en este mundo… uno de esos locos que son grandes en su obra pero aún mejores como personas.
Se nos fue un loco lindo al cual recordaremos (volveremos a pasar por el corazón) a cada instante y a través de cada una de sus historias, leyendas, mitos, narraciones, cuentos y frases.
Se nos fue un loco lindo pero nos dejó un mundo lleno de ideas y de textos… nos dejó una “invitación al sueño”… nos dejó el recuerdo de que tenemos “derecho al delirio”.