Indígenas totonakús, otomíes y tepehuas procedentes de la Sierra Norte de Puebla arribaron ayer por la mañana al zócalo de la ciudad de Puebla para instalar un plantón y denunciar vicios en los procesos que se siguen contra Ángel Ajanel Vargas y su hijo, Ángel Ajanel Aguas, dirigentes de Familia Unida para el Desarrollo Social (Fudes), así como de su homólogo de la Coalición Nacional Constitucionalista Revolucionaria de Trabajadores y Campesinos, Marcelo Bonilla Flores.
Varios de los participantes en la movilización llegada este lunes a la Angelópolis son desplazados del desalojo forzado perpetrado por la Policía Municipal, Estatal, la Guardia Nacional y la Fiscalía General del Estado (FGE) el 27 de abril del año pasado en el rancho “Los Amigos”, ubicado en el municipio Pantepec. En la represión, que fue condenada por organismos como el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE), los oficiales quemaron 140 casas de los campesinos.
“Las personas que se encuentran en este momento aquí como usted lo puede ver, pues no tienen ninguna casa en donde poder vivir, ya que por parte de fiscalía les quemaron en dónde vivían, fueron desalojados, fueron golpeados, fueron robados desde hace mucho tiempo y al Estado no le importa, dice que no tiene nada que ver con ellos y simplemente dice que las personas se muevan por ellas mismas”, denunció uno de los voceros de Fudes, cuya identidad está reservada en esta nota a petición suya, pues teme represalias.
Los campesinos aseguran que el encierro de sus dirigentes se debe a las denuncias que hicieron contra el ex subsecretario de Gobernación estatal, Ardelio Vargas Fosado, hoy vinculado al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) por la vía de su hija, Guadalupe Vargas Vargas, presidenta municipal de Xicotepec de Juárez, quien está próxima a ser candidata a una diputación local por el instituto político oficial.
Los indígenas sostienen que Vargas Fosado utilizó sus influencias para hacer que la fuerza pública actuara contra ellos con la quema de sus viviendas y que las denuncias hechas por Ángel Ajanel Aguas y Ángel Ajanel Vargas en su contra les han costado la cárcel, por venganza del también ex titular del Instituto Nacional de Migración (INM).
En el caso de Marcelo Bonilla Flores, representante de la Coalición Nacional Constitucionalista Revolucionaria de Trabajadores y Campesinos, los indígenas aseguran que fue tomado preso por haberles brindado apoyo después del desalojo forzado.
Al cierre de la presente edición, ninguna autoridad se había acercado a los labriegos, quienes se disponían a pernoctar en la plancha de la plaza de armas y planeaban marchar este martes, al filo de las 10:00 de la mañana, para exigir la liberación de sus líderes.
A finales del mes pasado, Familiares de Ángel Ajanel Vargas y Ángel Ajanel Aguas entregaron a persona de la Oficina de la Presidencia que acompañaron a Andrés Manuel López Obrador en la gira por Puebla, un expediente sobre los dirigentes de Fudes.