Tehuacán. Al cumplirse 15 años del decreto de zona protegida de la reserva de la Biósfera Tehuacán–Cuicatlán se dio a conocer que entre los problemas que enfrenta esa área natural se encuentran los incendios forestales, el saqueo y la presencia de bacterias que ponen en peligro a algunas especies en peligro de extinción.
Por tratarse de especies endémicas son muy cotizadas, por lo que personas sin escrúpulos comercian con ellas, para lo cual se adentran en el territorio de la reserva y las sustraen, sobre todo aprovechando la noche.
En el combate de esas acciones han jugado un papel importante las comunidades que se encuentran dentro del perímetro de la misma zona protegida, donde los habitantes conforman sus comités de vigilancia que realizan recorridos, lo que ha permitido detener a algunos de esos delincuentes y recuperar algunos de los ejemplares que se llevaban, recordó el director de ese espacio, Fernando Reyes Flores.
Los incendios forestales son otro asunto que necesita combatirse, pues tan solo en este año se han afectado 150 hectáreas, por siniestros de ese tipo, por lo que para evitarlos se brinda capacitación a los agricultores, quienes cuando llevan a cabo la quema de sus tierras de cultivo pierden el control del fuego.
Para ello se tiene el apoyo de otras dependencias como la Conafor y Sagarpa, indicó Reyes Flores, quien reconoció que también hay ejidatarios que buscan lotificar predios y generan los incendios, a lo que se suman los visitantes descuidados que dejan colillas de cigarro encendidas.
Debido a que los directivos de la reserva reciben la notificación cuando ya los incendios están activos, el personal se enfoca a combatir las llamas y no a buscar qué las generó, por lo que es difícil dar con los responsables, cuando son provocados.
Al hablar de las bacterias y hongos Fernando Reyes informó que aún se llevan a cabo análisis para saber qué tipo es el que afecta a especies columnares, desde hacer ya algunos años, lo que ha generado que se tengan que derribar cactus y otras plantas que fueron atacadas por la plaga.
Se trata, aclaró, de cuestiones nuevas que se presentan, y por ello es necesario hacer un estudio integral para atacarlos, labor en la que se cuenta con apoyo de varias dependencias, así como de alumnos y especialistas de la UNAM.