En Geometría sagrada, la artista Karina Skvirsky revisa las hazañas arqueológicas de los incas en la construcción de sus estructuras, y al mismo tiempo reconoce que las paredes pierden su significado con el paso del tiempo, convirtiéndose en artefactos en el paisaje en lugar de reconocer esas fronteras cargadas de política.
Abierta el pasado fin de semana en el Museo Amparo, la exposición se realizó en colaboración con el Centro de la Imagen, en el marco de la tercera edición del Festival Internacional de Fotografía FotoMéxico 2019.
Karina Skvirsky es una artista multidisciplinaria cuya práctica comenzó en fotografía para luego trasladarse al video y al performance, que se destaca por contar historias a través de imágenes, estáticas o en movimiento. De padre estadounidense con origen judío y de Europa del este, y de madre ecuatoriana con ascendencia afroecuatoriana, Skvirsky nació en Estados Unidos y actualmente vive y trabaja entre Nueva York y Ecuador.
Su trabajo está influenciado por el estudio que ha hecho de su propia identidad, en relación con la raza, la cultura y el género. Estos temas se conectan con la migración e inmigración, el colonialismo y el legado que la historia ha dejado en la sociedad.
En el caso de Geometría sagrada es un proyecto que inició con una investigación sobre la edificación en Ingapirca (el muro inca), construida por los incas en tiempos precolombinos y, posteriormente, alterada por los cañaris.
La Ingapirca es la ruina más reconocida de Ecuador, además de que es objeto de especulación entre los científicos y el público en general. El sitio ha sido fotografiado hasta el extremo; sus artefactos, globalmente esparcidos y los misterios de su construcción son objeto de avances científicos, turismo y “paraficción”, un término utilizado para describir un nuevo género de obra que juega entre los hechos y la ficción.
Para esta exhibición, la artista se apropió de fotografías de blogs de turistas, imágenes de Google Maps, documentos arqueológicos y videos de YouTube. También, de sus propias fotografías del sitio que forman parte de un archivo de imágenes. Todos se conjuntan, sin que ella, le otorgue más importancia a unos documentos que a otros.
Las fotografías ampliadas, hechas collage, dobladas y encontradas se convierten en una mezcla de imágenes vernáculas, formalistas y basadas en evidencias que deconstruyen la geometría de la piedra y materializan el sitio inca.
Viviendo en Estados Unidos, para la artista le es imposible ignorar la actual atmósfera política y la retórica maliciosa del gobierno de ese país; sobre todo por el desprecio que ha mostrado el presidente Donald Trump hacia los latinoamericanos generando una situación muy complicada para los inmigrantes.
En ese sentido, la artista comentó que “si el presidente de Estados Unidos va a considerar propuestas para un muro fronterizo, ¿por qué no utilizar la tecnología inca para construirlo? Mi proyecto destaca las hazañas arqueológicas de los incas en la construcción de sus estructuras, pero también reconoce que las paredes pierden su significado con el paso del tiempo, convirtiéndose en artefactos en el paisaje, en lugar de reconocer esas fronteras cargadas de política”.
Resalta que una de las líneas narrativas que la artista aborda es el papel de la mujer en la construcción de Ingapirca. Por ello, en una fotografía la artista aparece cargando una piedra en la espalda. Otras imágenes recontextualizan las piedras talladas por los incas aludiendo a la idea de la piedra y su cuerpo como objetos. A diferencia de las paredes utilizadas como fronteras, la artista construye sus propias estructuras utilizando su cuerpo para formar una nueva lógica en la que envuelve su herencia y posiciona los temas principales de su trabajo.
Geometría sagrada de Karina Skvirsky estará en exhibición hasta el 20 de enero de 2020 en las salas de exposiciones temporales del Museo Amparo, ubicado en la 2 Sur 708, Centro Histórico de Puebla.