La madrugada de este martes fue robada de la iglesia de la junta auxiliar de San Agustín Calvario, ubicada en el municipio de San Pedro Cholula, una custodia de oro antiguo, donde se depositan las hostias, así como dos copas del mismo metal utilizadas para actos litúrgicos.
La información la dieron a conocer vecinos de esta comunidad, que se ubica en Paso de Cortes, quienes después de tocar las campanas se reunieron en el atrio del templo para exigir a las autoridades regresen las reliquias.
El robo de las tres piezas de arte sacro se dio en las primeras horas y fue descubierto por el sacristán Filomeno Tochimani Cardoso, quien refirió que la caja de madera donde eran resguardados los objetos valiosos había sido violada.
“El robo se dio temprano y fueron los vecinos quienes determinaron tocar las campañas para avisarle al pueblo, así como al gobierno municipal y al Ministerio Público”, informó el edil auxiliar de San Agustín Calvario, José Salvador Tochimani Tochimani.
La autoridad subalterna dijo desconocer el monto económico que representa el hurto de las piezas religiosas elaboradas en oro puro, de gran valor emocional para los feligreses de la comunidad. El alcalde de San Agustín Calvario destacó que las personas que robaron en la iglesia conocían perfectamente el lugar, los movimientos de los veladores, donde se ubicaba la caja de seguridad y que se resguardaba en ella.
“Solo se llevaron las piezas de oro, y se presume que quienes cometieron el delito sabían la ubicación exacta de la caja de madera que forzaron para abrirla”, informó Tochimani, quien recalcó que los delincuentes solo vinieron a eso.
La tarde del martes arribaron a Calvario las autoridades ministeriales para comenzar las investigaciones que esclarezcan el robo.
Por su parte, los vecinos relataron que en otras ocasiones han querido robar en el templo pero la continua vigilancia que mantiene la población en el recinto católico ha ahuyentado a los presuntos delincuentes.
Hay que señalar que San Andrés y San Pedro Cholula, son una de las localidades con el mayor número de robos de arte sacro por las decenas de iglesias que están asentadas. El robo más reciente ocurrió en el templo del siglo XVI, del barrio de Santiago Mixquitla, donde sustrajeron parte de la indumentaria del Apóstol Santiago, hecha a base de plata antigua, y el más significativo se dio en la iglesia de la comunidad de Santa María Acuexcomac, con el hurto de por lo menos nueve esculturas y lienzos de gran tamaño.
Esto ocurre a pesar de que algunos edificios religiosos cuentan con cámaras de videovigilancia. Aunque es importante señalar que algunos lugares, por cuestión de usos y costumbres como sucedió en Acuexcomac, los mayordomos se negaron a la instalación de estos aparatos.