María Guadalupe Reyes y Armando Meléndez Martínez, los dos policías que este domingo fueron asesinados por sicarios mientras cumplían con su deber, recibieron un homenaje por parte de sus compañeros y de autoridades del municipio de Atlixco, este martes.
El acto estuvo encabezado por la alcalde Ariadna Ayala, quien aseguró que los agentes caídos son un ejemplo de cumplimiento de su labor y de valentía.
“Su esfuerzo nos acompañará como un recordatorio de una verdadera entrega al servicio público, su nombre quedará grabado en la memoria de nuestro municipio y su gente por entregar su vida por todas y todos nosotros. Desde lo más profundo de nuestro corazón le decimos muchas gracias y hasta siempre compañeros”, señaló.
Los dos policías municipales llegaron la madrugada del domingo a atender un reporte de una balacera en el interior del complejo médico “Gonzalo Río Arronte” de Atlixco, cuando fueron sorprendidos por sicarios que dispararon a quemarropa, en el interior de la patrulla en la que circulaban.
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Los criminales salían del nosocomio después de ejecutar a un paciente identificado como Juan Carlos Hurtado, de 35 años de edad, conocido como “El Salchicha”, quien era atendido por heridas de arma de fuego que recibió durante una balacera que ocurrió en una casa de descanso de ese municipio, la madrugada del domingo.
Nunca hubo quejas por su desempeño como policías
Los dos agentes caídos mientras desempeñaban su trabajo, tuvieron un desempeño destacado por el que incluso recibieron reconocimientos.
María Guadalupe Reyes contaba con siete años en la corporación policial, trabajo que mezclaba con sus estudios en la carrera de Educación en la UNID, por lo que incluso fue vista por sus compañeros haciendo sus tareas a bordo de la patrulla que le fue asignada.
La policía era la hija menor de su familia, a la que apoyaba siempre pues su madre quedó viuda hace años.
En tanto que Armando Meléndez era el jefe de una familia integrada por él, su esposa y tres niños, los cuales quedaron en la orfandad tras ser asesinado por los sicarios, los cuales aún no han sido identificados.
La víctima tenía 14 años de laborar como policía en Atlixco, periodo en el que recibió varios reconocimientos por su desempeño, al tiempo en el que también era ampliamente apreciado por sus compañeros, quienes lo describieron como un hombre alegre y con pasión por la labor que desempeñaba.