Alfabetización, aprende enseñando. Bajo ese concepto, que es más acción, el Centro Universitario de Participación Social (CUPS), de la Universidad Autónoma de Puebla dedica el número especial de septiembre de la revista Cacomixtle, en la que se recogen “las primeras palabras y textos” que niños y adultos escribieron, así como “las reflexiones y los sentires” de los estudiantes voluntarios que se sumaron a la Campaña de alfabetización y trabajo comunitario de este año.
Un hombre adulto con sombrero de paja sostiene un puntiagudo lápiz con el que escribe, con la mano fuertemente apoyada sobre un cuaderno, lo que se adivina son sus primeras letras. A la prudente cercanía, el perfil de una joven estudiante que seguramente deletrea en voz alta algunas silabas, completa la fotografía que deja ver la tarea que el CUPS, a través de sus voluntarios, realiza durante siete semanas en alguna comunidad del estado de Puebla.
La imagen ocupa la portada de la edición especial de septiembre que fue presentada, días atrás, en el salón Paraninfo del edificio Carolino. Ahí, rodeadas de los jóvenes de la campaña de 2024 así como de otros “viejos” voluntarios, Mirta Isabel Figueroa Fernández y Norma Oropeza López, directoras del CUPS y de la revista Cacomixtle, respectivamente, y Aranza Getsemaní García Jiménez, miembro del Consejo editorial, hablaron sobre esta publicación digital, cuya edición especial tuvo algunas impresiones de colección.
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De inicio, Mirta Isabel Figueroa recordó que el CUPS se fundó en 2001, siguiendo una tradición de alfabetización llamada “por convicción”, que encuentra sus antecedentes en el Centro Activo Freire, en la Ciudad de México, con ramas extendidas por el país a través de alfabetizadores que llegaron a distintos espacios, haciéndolos florecer.
“Les pido que se imagen a un grupo de estudiantes enseñando a leer y a escribir en comunidades en las que apenas había luz, estoy hablando del año 2001, y en donde no se podían encontrar en las casas un libro, una revista o un periódico, mucho menos internet. Una vez que se enseñaba a aprender y a escribir, imaginen qué pasaba con esos adultos que no tenían en su casa o comunidad, cosas con las que se pudieran acercar a un libro, o con las niñas y niños que no tienen a dónde buscar para hacer su tarea, o esos jóvenes que no tienen la oportunidad, o no tenían en ese tiempo, de conocer otros mundos a través de los libros”, dijo memoriosa.
Refirió que fue así como surgieron las bibliotecas comunitarias en espacios rurales, siendo precisamente sus acervos los primeros libros a los que pudieron acceder aquellos hombres, mujeres, niños y niñas.
Dijo que desde ese año, en el CUPS han sucedido muchas cosas. “Nuestro entendimiento escrito se ha ido ampliando, el programa de bibliotecas fue creciendo, nuevos proyectos se inventaron y en gran parte gracias a la persistencia de algunos alfabetizadores que estaban en ese momento”
Uno de esos proyectos, destacó Figueroa Fernández, fue la concreción de la revista Cacomixtle, definida como “un esfuerzo de comunicación, de diálogo y de compartición entre personas muy distintas y con muchas ganas por decir y contar”.
Continuó que dicha publicación surgió hace tres años y cuenta con 10 números, en los cuales se han reunido autores diversos: estudiantes de la UAP de preparatoria, licenciatura, maestría y posgrado, organizaciones de la sociedad civil, investigadores y artistas, entre otros, que “han permitido conocer diferentes perspectivas y realidades, así como sentir, entender, conocer y conocernos a través de la literatura y la lectura”
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Resaltó que para el CUPS es vital contar con la revista Cacomixtle, editada con apoyo de la Facultad de Diseño de la universidad, como medio para compartir ideas de manera escrita, en un medio que anima a las personas a escribir y permite saber de alfabetizadoras y alfabetizadores de años pasados, que ya están en una vida profesional.
Esta edición, puntualizó, es importante porque presenta las voces de alfabetizadores, coordinadores y sobre todo de personas de las propias comunidades “que tanto nos han enseñado durante las campañas de alfabetización porque nos muestran lo que significa la palabra y la convicción para participar activamente y transformar el mundo”.
“Me inspira mucho que lleguemos a este número especial al que a lo mejor nos tardamos un poco en llegar, porque justo la idea de una revista como esta fue a partir de las inquietudes, de la curiosidad y de las ganas de hacer cosas, de otros alfabetizadores como ustedes”, dijo en su turno Norma Oropeza, directora de la revista Cacomixtle.
En su mensaje, mencionó que la publicación surgió “en una noche de estrellas en el ya lejano 2021-2022”, en el contexto de la contingencia sanitaria causada por el Covid-19 donde no había actividades presenciales y sí restricciones. Así, a los alfabetizadores que en ese momento pensaban cómo hacerle, uno de los propuso hacer una revista, haciendo divulgación escrita, como se hacía en las campañas.
“Así convocamos a personas para que se sumaran a esta pequeña publicación. No recuerdo la extensión que tuvo –el primer número- pero fueron tres o cuatro hojas. Lo que nos llamó la atención es que muchos se animaron a entrarle: no sólo alfabetizadores sino personas que supieron del proyecto y nos mandaron dibujos, crucigramas y cosas relacionadas”, contó.
Oropeza López señaló que pensaron entonces si este ejercicio se podía mantener, abrir convocatoria sin importar su perfil académicos o su formación en la escritura, sino simplemente invitar a la comunidad a compartir lo que supieran con otras personas.
En el caso de esta edición especial de septiembre, detalló que tomaron la experiencia de la campaña de este 2024 por lo que se encontrará, en una selección que fue difícil para el Consejo editorial “porque todo lo que se escribe es valioso”, aparecen experiencias de los alfabetizadores que cuentan sobre el trabajo en comunidad, así como de los coordinadores sobre sus vivencias, además de una muestra de los textos que se trabajan en clase con personas adultas y con niños y niñas, en las clases de apoyo educativo.
“Son cosas que nos van a inspirar porque buscamos que haya una diversidad: no solo textos extensos y creaciones poéticas elaboradas, sino también textos de personas que echándole muchas ganas escribieron su nombre en una pequeña frase, algo que creemos es muy valioso conocer y ver, porque nos demuestra que nunca es tarde para comprender, que todo el tiempo, así como aprendemos, vamos enseñando, y al revés: cada que enseñamos, también aprendemos”.
Para leer y disfrutar la revista Cacomixtle se pueden consultar sus redes sociales, en instagram y X como @revistacacomixtle, así como en el facebook: CupsBuapMx.