Tras los comicios de 2024 en los que Morena se posicionó como el ganador de los cargos más importantes del estado, ese partido se fijó como propósito para 2025 elevar su militancia en 355 por ciento, a fin de continuar con la ola de triunfos electorales, mientras su principal adversario, el PAN, señaló que su meta será unificarse para frenar la racha ganadora del partido guinda.
El reto no será sencillo para Acción Nacional, de acuerdo con la presidenta municipal de San Andrés Cholula, Guadalupe Cuautle Torres, única alcaldesa de Acción Nacional en la zona metropolitana de Puebla, pues reconoció que el instituto político de derecha atraviesa “por su peor momento” a nivel local.
Los esfuerzos en Morena serán encabezados por la presidenta estatal Olga Lucía Romero Garci-Crespo, exdiputada local que llegó a la dirigencia en 2022 con el respaldo del exgobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y se mantuvo en el mismo cargo con el aval del Consejo Estatal morenista y el mandatario local Alejandro Armenta Mier.
En tanto, el PAN es liderado por Mario Riestra Piña, expresidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del estado y excandidato a la presidencia municipal de Puebla que venció al grupo panista de Eduardo Rivera Pérez para ganar la elección interna que se celebró el 15 de diciembre pasado.
Afiliar a mil personas, se propone Morena
El plan de crecimiento de Morena fue anunciado el 19 de noviembre, apenas dos días después de que el Consejo Estatal ratificó a Romero Garci-Crespo en la dirigencia y cinco meses después de que esa fuerza política ganó la gubernatura de Puebla, todas las diputaciones locales y federales, así como la mayoría de las ciudades, en alianza con el PT, PVEM, FxM y NA.
En una entrevista con los medios de comunicación concedida ese 19 de noviembre, la presidenta de Regeneración Nacional anunció que su meta es afiliar a mil personas diariamente durante los próximos 13 meses, para alcanzar más de 500 mil militantes a finales de 2025.
Actualmente, el partido cuenta con 110 mil integrantes en Puebla, lo que significa que deberá empadronar a 400 mil más para cumplir con los objetivos establecidos por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
“No queremos que la diferencia entre la votación que obtenemos y el número de afiliados sea tan grande. Planeamos brindar identidad dentro del proyecto de la Cuarta Transformación (4T) a esos millones de personas que ya confiaron en nosotros”, declaró Romero Garci-Crespo.
La dos veces diputada local por Morena, que renunció a formar parte del gabinete de Alejandro Armenta para mantener su posición partidista, detalló que la cifra proyectada de 500 mil afiliados toma como referencia los 2 millones 300 mil votos que Morena y sus aliados obtuvieron en la elección de este año.
Aunque la meta nacional de afiliación para Regeneración Nacional es de 500 mil militantes, la dirigente estatal expresó su intención de superar dicha cifra, confiando en que Puebla se acerque a ese objetivo antes del cierre de 2025.
Además de fortalecer la estructura partidista, detalló que el Comité Ejecutivo Estatal (CEE) que ella lidera buscará consolidar el liderazgo del partido guinda en la entidad, ganador de los últimos tres procesos electorales celebrados en 2019, 2021 y 2024.
No obstante, la permanencia de Olga Lucía Romero fue objeto de críticas, como las vertidas en la columna “Cuitlatlán” que se publica en La Jornada de Oriente y otros medios de comunicación, en la que se consideró la continuidad de la originaria de Tehuacán señal de un “futuro gris” para el instituto político gobernante.
De acuerdo con el material periodístico antes referido, Romero Garci-Crespo es acusada por un sector de morenistas de alejarse de las problemáticas internas del partido y de las necesidades de la militancia, así como de abrir indiscriminadamente las puertas del instituto político a perfiles que provienen de otras expresiones, como el PRI y el PAN, generando tensiones internas.
Asegura Riestra que el PAN actuará como una oposición firme y responsable
En paralelo, Acción Nacional también se prepara para reforzar su presencia en el estado. Mario Riestra Piña, quien fue designado como presidente estatal del PAN el pasado 15 de diciembre, estableció como prioridad posicionarlo como una oposición firme y responsable frente a Morena, para derrotarlo en urnas.
El día de su designación, señaló que buscará reunirse con su adversario en la disputa interna por la dirigencia, Felipe Velázquez Gutiérrez, a fin de dejar atrás la rispidez del proceso de selección.
Manifestó que su intención es impulsar como candidatos “a los mejores”, independientemente del grupo panista al que pertenezcan, en clara alusión a las diferencias que han marcado al PAN en Puebla, especialmente entre la corriente liderada por el excandidato a gobernador Eduardo Rivera Pérez y la que impulsó a Mario Riestra.
En un gesto conciliador, el líder del panismo poblano descartó emprender una auditoría contra su antecesora Augusta Díaz de Rivera Hernández, quien es cercana a Eduardo Rivera, pues indicó que se trata de una función que pertenece al Instituto Nacional Electoral (INE).
Al mismo tiempo, afirmó que las irregularidades que ha detectado el INE en esa gestión implican temas por atender y resolver “administrativamente hablando”, pero no anomalías graves como podría ser un desvío de recursos.
De paso, expresó que confía en que las observaciones que enfrenta Díaz de Rivera sean resueltas de manera satisfactoria, para que no “hereden ningún tipo de pasivo o deuda” a su administración.
A su vez, Guadalupe Cuautle manifestó el 17 de diciembre pasado que Mario Riestra “no la tiene fácil”, pero confió en que logrará trabajar en la unidad y en reconstruir el partido político.
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