Para habitar la geografía pleistocénica en la que vivió hace miles de años, un fósil de Gliptodonte volvió a su lugar de origen. Del Museo Regional de Puebla (Murep), el caparazón casi completo de un ejemplar de este tipo viajó hacia la junta auxiliar de Santiago Tenango, donde fue hallado en 2017.
Llevado por el paleontólogo Iván Alarcón Durán, el retorno del fósil del gliptodonte, Glyptotherium cylindricum por su nombre científico, está de vuelta a esta junta auxiliar del municipio Felipe Ángeles, donde permanece bajo la custodia de la asociación civil Tenango Cultura y Tradición.
El material fósil del Gliptodonte fue encontrado en 2017 en el barrio de Analco de la junta auxiliar de Santiago Tenango, y después de ser rescatado por los investigadores Zaid Lagunas y Sergio Suárez en 2018, fue estabilizado, intervenido y estudiado en el Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla para luego ser expuesto en la sala permanente del Murep en mayo de 2019, en la renovada sala permanente de Paleontología.
Al respecto, el paleontólogo del INAH, Iván Alarcón Durán señaló que el regreso de este ejemplar fósil “es algo icónico” pues ayuda a romper con la idea de que el INAH “es el dueño” del patrimonio, cuando más bien es la institución que resguarda, estudia y difunde esa riqueza patrimonial.
Señaló que mientras permanecía en el Centro INAH Puebla, la asociación hizo una serie de trabajos administrativos y de gestión hasta convertirse en un organismo coadyuvante, que les permite ahora tener en resguardo de la pieza y exhibirla en el espacio que la misma comunidad habilitó.
“Uno puede pensar en el petróleo como un bien de la nación que no se vende ni se trafica. Así es el material paleontológico: no se puede vender ni traficar con él, hay leyes que lo protegen, además de que conservarlo es tener información y conocimiento sobre ese ambiente y sobre la diversidad que se tenía en el territorio”, mencionó el paleontólogo.
Durante una entrevista, afirmó que entre más se sabe sobre lo que existió, se le da más diversidad al territorio mexicano. Asimismo, que es importante salvaguardar este tipo de patrimonio para conocer más sobre el Pleistoceno o Edad de Hielo, una etapa que va desde hace 2.5 millones de años hasta hace 10 mil años, y saber no solo sobre la megafauna sino sobre los pequeños mamíferos, anfibios y demás especies que eran cohabitantes.
Alarcón Durán refirió que actualmente, en la Colección Paleontológica del INAH se cuentan con más de 2 mil 300 piezas catalogadas, algunas registradas y exhibidas, otras en proceso de actualización e inventario, pues continúa su registro como colección científica ante el INAH.
Dicha colección, abundó, precede de una historia de los años 60 del siglo anterior con la Colección Juan Armenta Camacho, un reconocido investigador que enfocó sus estudios a la prehistoria, y que entre los años 1963 y 1964 reunió un amplio e importante repertorio de fósiles mismos que donó a la institución.
Asimismo, deja ver la riqueza paleontológica de la región de Valsequillo, pues desde la década de 1960 en sus alrededores de antiguos suelos de humedales, se han realizado importantes hallazgos de megafauna con el registro de por lo menos 15 especies de animales: desde carnívoros, como el lobo pleistocénico o el tigre dientes de sable, hasta los grandes proboscídeos de alimentación herbívora como lo son el mamut, gonfoterio y mastodonte, lo que lo coloca como un espacio de gran diversidad biológica.
En ese sentido, el investigador del INAH Puebla recordó que, en 2019, con la reapertura de la Sala de Paleontología en el Murep se permitió dimensionar el tamaño real de las especies halladas dentro de esa área que hoy circunda a la presa Manuel Ávila Camacho, gracias a la ilustración de gran formato que los reproduce en escala uno a uno, con ilustraciones del artista plástico Sergio de la Rosa.
“Puebla tiene una característica compartida con otros estados. En el norte, los dinosaurios existieron y hay evidencia de ellos, mientras en el sur es difícil su hallazgo. Esta Texcoco, donde se han encontrado restos de mamut. Puebla tiene un ambiente similar, y aquí se han encontrado ejemplos de la megafauna”, indicó.
El paleontólogo Iván Alarcón mencionó que además de Valsequillo, está Atexcal, al sur del estado, en donde existe evidencia de dinosaurios, o San Juan Raya, con evidencia de carnívoros e iguanodontes, así como suelos marinos fósiles con conchas, turritelas o amonites -moluscos-, con una temporalidad que supera los 120 millones de años.
Por último, el especialista recordó que, en el propio Santiago Tenango, lugar de origen del Gliptodonte, a finales de 2019 él y el arqueólogo Sergio Suárez encontraron restos de un mamut: sus dos frentes, su cráneo, su mandíbula y su pelvis, además de que en una localidad cercana se encontraron restos de camello. “La zona es muy rica en fósiles”, afirmó y llamó a la comunidad a reportar sus hallazgos al INAH, para seguir con la conservación y el estudio de esta riqueza paleontológica de Puebla.