Por el presunto robo de ocho elevadores y el saqueo de equipo médico, calderas y otros bienes del Hospital General Regional número 36, mejor conocido como “San Alejandro”, fuentes oficiales confirmaron la rescisión del jefe de Servicios Generales y el jefe de Servicios Complementarios de la Delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, Abraham Lozano Guerrero y José Luis Rosas Sánchez, de manera respectiva.
De acuerdo con la información, ambos funcionarios federales habrían además sustraído y vendido mobiliario del hospital que sufrió afectaciones severas en su estructura desde el terremoto del 19 de septiembre de 2017, y que desde entonces fue cerrado para su demolición.
Dicha labor aun no arranca y estaría a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que además realizará la construcción de un nuevo hospital en el mismo lugar.
Durante estos últimos tres años, tanto Lozano Guerrero y Rosas Sánchez supuestamente con la ayuda del jefe de Mantenimiento, Jonás Espíndola, habrían incurrido en estos delitos en los años de 2017 y 2018, tras el cierre del nosocomio.
Como pruebas el Órgano Interno de Control (OIC) del IMSS presenta las bitácoras y fotografías del ingreso y egreso de vehículos al hospital, donde trasladaban el material robado.
Entre los denunciados también señalaron la presunta participación del arquitecto Arturo Palacios quien en ese entonces estaba encargado de la Oficina de Servicios Administrativos, así como de hacer negocios con la reparación de los inmuebles dañados por el sismo.
“Querían beneficiarse de los movimientos que se están haciendo en la delegación del IMSS para colocar a personas que saquean al Instituto a costa de las necesidades que se presentan por la pandemia reciente”, relevaron.
Por esta razón, el Órgano Interno de Control habría tomado la decisión por el robo de ocho elevadores, tubería, cable y tomas de gases, así como accesorios y equipo médico, mobiliario, sanitarios, fluxómetros y aluminio del hospital de rescindir a dos trabajadores.
El personal del IMSS confirmó que en el hospital sólo laboraban dos guardias para el resguardar el edificio de ocho pisos, por lo que difícilmente podrían frenar el saqueo al inmueble.
Ha trascendido que los dos guardias también están bajo investigación de las autoridades por su probable participación, al no reportar el ingreso de vehículos donde trasladaban el material saqueado.
El Organismo Interno de Control de igual forma estaría investigando al subjefe de Servicios Complementarios, Érick Ponce Cordero, y a la encargada de supervisar los equipos médicos del hospital, Aidé Varela Gutiérrez.