El proyecto de repoblación del Centro Histórico de la ciudad de Puebla y el de construcción de vivienda que se tenía considerado para el municipio, que inició la administración de Eduardo Rivera Pérez (expresidente municipal), resultó un fracaso, según Assenet Lavalle, urbanista y consultora ambiental. En una entrevista con este medio informativo, señaló que los 4 mil 107 inmuebles que se establecieron como meta solo se ha terminado el 10 por ciento y de los 410 terminados solo 260 se construyeron en el anillo circundante al Centro Histórico, por lo que no se cumplió en lograr que más gente viva en la zona, sino que se promovió la expansión hacia la periferia.
Podríamos decir que el proyecto adolecía de graves carencias, ya que nació sin presupuesto del ayuntamiento que permitiera avanzar en la construcción de vivienda popular con precios accesibles. El gobierno municipal firmó un convenio con la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) y excluyó a otros desarrolladores inmobiliarios, además de que la asesoría de Felipe de Jesús Mojarro Arroyo propició una visión de negocios contradictoria con el objetivo social que se pregonó en su momento.
El ayuntamiento facilitó los trámites y pagos que son de su competencia, pero construir o remodelar en el Centro Histórico depende además de la liberación de los permisos por parte del INAH que generalmente llevan tiempo y recursos,
Repoblar el Centro Histórico de Puebla sigue siendo un desafío y requiere de una visión que permita rehabilitar una parte de las viviendas deshabitadas y construir nuevas, buscando que los habitantes del centro puedan permanecer y no ser desplazados por un proceso de gentrificación, es decir un proceso de restructuración urbana y social que expulsa de una zona deteriorada a los vecinos con menores recursos por otros de un nivel económico más alto, propiciando mayores desigualdades.