Miércoles, abril 24, 2024

Reflexiones sobre la libertad VI

Desde la filosofía contemplativa y de la individualidad del átomo, Epicuro explicó el comportamiento azaroso-aleatorio y por consiguiente indeterminista de la Naturaleza, por lo que la causalidad fue sustituida por la casualidad dando paso a la libertad. La mecánica cuántica, más de 2,000 años después, confirmó la autenticidad de esa aseveración. La Naturaleza en el mundo microcósmico cuántico es indeterminada y espontánea, visión que se contrapone a la Naturaleza meso y macrocósmica. La realidad cuántica es probabilística y las características observables dependerán del procedimiento experimental utilizado para su medición, algo inadmisible en la mecánica clásica desarrollada partir de Newton, donde las mediciones se manejan en absolutos.

El lenguaje de la física clásica ha sido uno de los obstáculos en la comprensión del marco conceptual de la física cuántica, tanto las nuevas categorías conceptuales así como la reinterpretación de eventos atómicos tradicionalmente interpretados rebasan nuestro sentido común. El principio de incertidumbre, donde la posición y la velocidad exacta de un electrón es imposible de ser descrito; la indeterminación del estado del electrón, donde el estado de éste se encuentra sobrepuesto en onda-partícula y la desigualdad de Bell, donde se demostró que ninguna teoría local determinista de variables ocultas puede reproducir todas las predicciones experimentales de la mecánica cuántica, son ejemplos de lo antes mencionado, además, ponen en entredicho los principios causalidades deterministas de la física clásica. El concepto de “realidad” ha tenido que ser reinterpretado, entendiendo que si bien existe una realidad independiente del sujeto esta no es lo que perciben nuestros sentidos. La realidad física cuántica deviene actual en el momento de la observación, mientras que no lo es cuando no está siendo observada. Por lo que lo “real” es, en gran medida, potencial o indeterminado, susceptible de actualizaciones diversas según la interacción a la que se verá sometida por el observador. Este principio se ejemplifica en el experimento mental conocido como la paradoja de Erwin Schrödinger.

La paradoja trata de un gato encerrado en una caja de acero en el que hay una vasija cerrada con cianuro de hidrógeno (gas venenoso), amenazada por un martillo acoplado a un contador Geiger. Además, hay una fuente de átomos radiactivos, de manera que si se produce la desintegración radiactiva de algún átomo, el contador Geiger disparará el martillo, que romperá la vasija y, por consiguiente, el gato morirá. Bajo la lógica de la causalidad al finalizar el experimento veremos al gato vivo o muerto con un 50% de probabilidades de que suceda una cosa o la otra. Pero la física cuántica desafía nuestro sentido común.

En el mundo cuántico, el gato está vivo y muerto a la vez, y ambos estados son igual de reales. Por lo que al abrir la caja, la relación con el observador hará que sólo se vea vivo o muerto. Al referirnos al electrón éste mantiene al mismo tiempo su estado de onda y de partícula. Ambos estados no se excluyen sino que se superponen, como se superpondrían las ondas de agua en el charco. A escala atómica, ambas probabilidades se cumplen. Es la relación con la medición, su interacción con el observador, lo que hará que se observe un estado “real” determinado.

Sin embargo, no debemos olvidar que todas las observaciones de la física cuántica lo son de realidades cuánticas, que no están al alcance del conocimiento desnudo de los sentidos. Por esto, todas estas realidades no son ni pueden ser objetos de conocimiento directo. En palabras de Schrödinger, “la regularidad que se observa en la naturaleza inanimada se debe completamente al número tremendamente grande de procesos moleculares que cooperan entre sí”. Lo que observamos en la vida diaria es la interacción inimaginable de las partículas subatómicas y de los átomos. Los efectos cuánticos se desvanecen al tratar con partículas mayores que un átomo. Es por eso que buscar la capacidad de deliberación voluntaria y consciente del ser humano en los efectos cánticos es algo irrisorio e innecesario. Esto no quita que la Naturaleza macrocósmica sea indeterminada.  

En el caso del ser humano, la libertad consiste en poder pensar una acción “en sí mismo” y llevarla a cabo. En el pensamiento se expresan todos los atributos que luego son considerados como “conocimiento de causa”. El ejercicio voluntario y consciente de una acción pasa necesariamente por el pensamiento. El pensamiento emerge de las estructuras cerebrales a partir de la unidad fundamental de información neuronal que se conoce como potencial de acción, denominado en inglés “spike” (espiga). La transformación de esta unidad de información en pensamiento o en comportamiento exigirá la participación de grandes partes del cerebro. Por ejemplo, en el caso de la información sensorial, la transformación de este flujo de información en representaciones mentales requerirá que la neocorteza la analice en las áreas sensoriales y la integre para que luego se forme una percepción que se desarrollará en las áreas de asociación temporal-parietal.

La probabilidad de que esta espiga, o unidad básica de información, se dispare dependerá de la actividad integrada de muchas uniones neuronales, inhibidoras o  excitadoras, la cuales se suman juntas para producir cambios en el voltaje a través de la membrana en el montículo del axón, lugar donde inicia el potencial de acción, la espiga. La complejidad de la conducta humana depende menos de la especialización de las neuronas individuales que del hecho de que un gran número de ellas forma circuitos anatómicos. Uno de los principios esenciales de la organización del cerebro es que neuronas con propiedades básicamente similares pueden producir acciones bastante diferentes según la forma en que estén conectadas entre sí y con los receptores sensoriales y los músculos.

Desde hace años se vienen realizando investigaciones sobre lo que se conoce como “Interfaz Cerebro – Computador” (en inglés, Brain-Computer Interface, BCI). Esta tecnología permite obtener y procesar la actividad cerebral, interpretar algunas señales cerebrales. Recientemente una interfaz permitió comunicar dos cerebros humanos, lo que permitió a una persona controlar un movimiento de otra. La técnica básicamente consiste en enviar un flujo unidireccional de información de un cerebro a otro. El experimento estuvo en manos de Rajesh Rao y Andrea Stocco, en la Universidad de Washington, USA.

Las fibras nerviosas se comportan como conductores eléctricos, por lo cual, un potencial de acción generado en un punto concreto genera otro gradiente de voltaje entre las porciones de membrana, activadas y en reposo, adyacentes a él. Gracias a esta conductividad eléctrica el electroencefalograma puede registrar gráficamente la actividad eléctrica del cerebro. La actividad eléctrica regula la sincronización de la actividad neuronal mediante un ciclo de retroalimentación positiva, afectando el comportamiento de las mismas neuronas que la producen. Esto, en términos bio-físicos, quiere decir que los campos eléctricos influyen en la actividad del cerebro, y que el cerebro al generar campos eléctricos durante su actividad intrínseca afecta su propia actividad. La actividad concertada o sincronizada de los impulsos eléctricos es lo que mide el electroencefalograma.

Frente a nosotros tenemos un excelentísimo ejemplo de cómo el pensamiento voluntario ejerce una acción. El pensamiento de un individuo hizo que el cuerpo de otro individuo se moviera, en otras palabras, la voluntad de un individuo se impuso en el otro. Desde el punto de vista reduccionista-fisicista, la conductividad eléctrica de un cerebro actuó en las estructuras neuronales del otro individuo e hizo que el cuerpo se moviera. El pensamiento de un individuo (representación emergente de la actividad neuronal), influyó en la actividad intrínseca de otro cerebro lo que afectó su propia actividad. El cerebelo, a través de las propiedades esenciales de las representaciones mentales de la corteza cerebral puede controlar el cuerpo sin la necesidad de retroalimentación sensorial[1].

 

 

 

El pensamiento en acción
El pensamiento en acción

 

 

 

 


[1] Nature.com/review/neuro, April 2008, Vol 9

Temas

Más noticias

La despenalización del aborto es tema del Congreso, no del gobernador, dice Eduardo Rivera

El candidato a la gubernatura fue cuestionado sobre el tema en el Tec de Monterrey

Se reúne Riestra con representantes de la comunidad libanesa en Puebla

La comunidad libanesa en Puebla invitó a un encuentro al candidato por el PAN, PRI, PRD y PSI a presidente municipal, Mario Riestra Piña,...

Últimas

Últimas

Relacionadas

UPAEP y Borregos Puebla protagonizan partidazo 

Las Águilas están semifinales con triunfo de 79-77 sobre Tec Puebla

Se manifiestan familiares de detenidos en 2019 por tardanza para concluir el juicio

Según los manifestantes hay varias inconsistencias en declaraciones de los policías que ejecutaron la detención

Universitarios que lucharon en 1973 apoyan solicitud de veteranos del 68 para dialogar con el edil

La Comisión de la Verdad y la Justicia para los Próceres Universitarios de la UAP se unió a la demanda de la Brigada del...

Más noticias

La despenalización del aborto es tema del Congreso, no del gobernador, dice Eduardo Rivera

El candidato a la gubernatura fue cuestionado sobre el tema en el Tec de Monterrey

Se reúne Riestra con representantes de la comunidad libanesa en Puebla

La comunidad libanesa en Puebla invitó a un encuentro al candidato por el PAN, PRI, PRD y PSI a presidente municipal, Mario Riestra Piña,...

Vinculan a suplente de Riestra con político que amenazó de muerte a Cecilia Monzón

El suplente de Mario Riestra Piña, candidato a la alcaldía de Puebla de la coalición PAN-PRI-PRD-PSI, Bruno Taveira da Costa, fue vinculado a Manlio...