La Red Mexicana de Franquicias (RMF) pide sancionar a la empresa fabricante de miles de placas de circulación del estado de Puebla, a las cuales se les están despintando las matrículas y códigos QR.
Francisco Lobato Galindo, vicepresidente la agrupación, pidió que el gobierno del estado revise el contrato firmado con la empresa proveedora (Placas y Señalamientos Mexicanos S.A. de C.V.) y que se apliquen las sanciones que correspondan por haber entregado laminas defectuosas.
Consideró que el gobierno de Alejandro Armenta Mier no debe dejar este tema atrás, pues es evidente que las láminas tienen un desgaste prematuro.
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“Es evidente que no tuvieron la calidad que deberían tener y habría que analizar lo que dice el contrato porque en esa adjudicación hubo reglas y especificaciones, todo apunta que recae en la empresa, que probablemente no cumplió con los compromisos y las especificaciones que establecía el contrato, en cuyo caso hace relativamente fácil deslindar la responsabilidad”, declaró en entrevista
Cabe decir que la empresa encargada de la impresión obtuvo el contrato en el periodo del morenista Luis Miguel Barbosa Huerta, por más de 702 millones de pesos.
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La misma también entregó láminas en entidades como Veracruz y Querétaro, donde se presenta la misma problemática: la pintura se desprende con una mínima fricción.
Ni en el periodo de Barbosa Huerta ni en el de Sergio Salomón Céspedes Peregrina se informó del inicio de algún procedimiento, denuncia o sanción aplicada a Placas y Señalamientos Mexicanos.
Tampoco se ha emprendido por parte del gobierno estatal algún programa de canje gratuito de las láminas despintadas.
El deterioro de las placas se atribuye principalmente a la baja calidad de los materiales y recubrimientos utilizados en su fabricación.
A ello se suma la exposición constante a las condiciones climáticas, como los rayos solares, la humedad y la lluvia ácida, factores que inciden en el desgaste de la pintura.
Jaime García, propietario de Diseños Ambriz, indicó a esta casa editorial que cuando una pintura es de calidad, como la que se utiliza para refrigeradores, puede pasar hasta 20 años sin que se deteriore.
El uso de placas despintadas representa un serio problema legal para los conductores, la ilegibilidad de las mismas también tiene implicaciones en materia de seguridad pública, toda vez que resulta más complicado identificar vehículos involucrados en actos delictivos, accidentes de tránsito o infracciones, por citar algunos ejemplos.
Esto supone también un obstáculo para la labor policial y judicial, afectando también a ciudadanos que buscan justicia en casos de daños o delitos.