Minera Gorrión, filial de la canadiense Almaden Minerals, aclaró que sigue trabajando en el proyecto de explotación de yacimientos de oro y plata en Ixtacamaxtitlán, porque hasta ahora la Secretaría de Economía no le ha notificado oficialmente sobre el amparo que prohíbe la utilización de dos concesiones a su favor en esa región poblana.
La transnacional parece no querer darse cuenta de que hay un rechazo generalizado a las actividades de minería y asociadas en el país, que ya no solo emerge de las poblaciones directamente afectadas sino que ahora cuenta con el respaldo oficial.
Otra posibilidad es que Almaden Minerals tenga perfectamente claro el repudio que genera su negocio, pero que las ganancias que ha proyectado para sus concesiones en Ixtacamaxtitlán sean tan jugosas, que está empeñada en llevar a cabo las acciones que sean necesarias para no perder ni un centavo.
Lo cierto es que no hay solo una oposición social, política y ahora hasta gubernamental a la depredación que supone la extracción de riquezas del subsuelo, sino que esta batalla se está ganando en el terreno de la ley y los tribunales.
Almaden Minerals asegura que su mina será la que mejor trate al medio ambiente en la que pretende establecerse, sino que derramará beneficios permanentes para la comunidad de Ixtacamaxtitlán.
Sin embargo, las experiencias de la actividad minera en el país y en otras naciones, incluida Canadá, dejan una estela de perjuicios, las más de las veces irreparables, que de ninguna manera pueden obviarse.