Destruida en 2012 durante el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, restituida –si es que eso es posible- en 2014 y llamada entonces como la Casa de la Reflexión de la Unesco, la Casa del Torno fue reabierta por la administración actual como un espacio dedicado al arte, que forma parte de un recorrido cultural por los barrios fundacionales de la ciudad de Puebla.
Este miércoles 3 de agosto, el inmueble ubicado en 8 Norte 414 en donde en el siglo XVI se estableció el primer matadero de carnero en la ciudad fue reabierto al igual que la Casa Albisúa, considerada un ejemplo de la forma de vida de la Puebla novohispana, en la cual “un abusivo dijo que quería poner aquí la auditoria forense de la Auditoria Superior del Estado”, como informó el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
En ambos actos, el mandatario estatal llamó a defender los espacios culturales y los edificios patrimoniales para que estos no sean nuevamente privatizados. “No permitamos el destino privado de los monumentos históricos (…), los lugares históricos tienen que ser para la cultura, no para funciones de gobierno”, señaló en sus mensajes de inauguración, actos en los que estuvo acompañado por el secretario de Cultura, Sergio Arturo de la Luz Vergara Berdejo.
Primero, en la Casa del Torno, la cual fue destruida el 7 de noviembre de 2012 como resultado de las obras gubernamentales impulsadas por el gobernador Rafael Moreno Valle, que pretendía edificar ahí una de las torres del teleférico, Barbosa Huerta dijo que la rehabilitación del lugar tenía un especial significado para “una ciudad colonial, barroca”, pues hasta “hace poco la visión de la ciudad eran solo la de los negocios, no la prevalencia de la historia”.
Por tanto, garantizó a los artistas que habitan el llamado Barrio de Los artistas y a quienes han estado cerca del lugar, a que la Casa del Torno será de ellos a la par de que no será cambiado el sentido del barrio, pues tiene “un enorme significado”.
De paso, llamó a que sea la casa de artistas, de escultores y pintores, a la par de que pidió “más intención de las autoridades municipales para rescatar lugares históricos”.
Luego, en Casa Albisúa, edificio ubicado en la 3 Oriente 209, en pleno Centro Histórico de la Ciudad, el gobernador Luis Miguel Barbosa dijo que ya no será más un espacio para oficinas gubernamentales. “Ya no habrá más oficinas gubernamentales en lugares históricos, tienen que ser centros de cultura, no otra cosa”, afirmó en su breve discurso.
Recordó que hace dos años se rehabilitó el Palacio de Gobierno, así como el Salón de Protocolos –ubicado contra esquina del zócalo-, pues se tienen que “rehabilitar todos los palacios de la ciudad para generar la idea original del desarrollo de la ciudad, que es la joya colonial”.
Estas inversiones, agregó, son para Puebla, “para los artistas, para la creatividad, para el pensamiento que crea arte, arte popular, arte puesto en la visión de esta época y en la redimensionamiento (sic) de hace tres siglos”.
En su mensaje, pidió que no hay que dejar que gobernantes abusen de la belleza histórica: “un abusivo dijo que quería poner aquí la auditoria forense de la Auditoria Superior del Estado, los lugares históricos tienen que ser para la cultura, no para funciones de gobierno”.
Con la rehabilitación Casa de Albisúa, la cual contó con una inversión de un 4.8 millones de pesos, recursos que implicaron la rehabilitación de estructura y patio, azoteas y lozas catalanas con trabajos en diversos niveles, se intervinieron mil 650 cuadrados y con ello se contribuye a mantener el patrimonio arquitectónico de Puebla.