El mes de diciembre de 2022, se caracterizó por la lucha de los trabajadores en países de América y Europa, en sectores que por décadas no habían manifestado su descontento. Esta rebelión es contra las malas condiciones laborales que cada día son peores; bajos salarios, falta de seguridad en el empleo, dobles jornadas y la lucha por lograr una sindicalización independiente.
En Estados Unidos, huelgas y movilizaciones de 115 mil ferrocarrileros de carga, más de 40 mil académicos de California, enfermeras, sobrecargos, empleados de supermercados, de cafeterías de Pittsburgh, periodistas del New York Times. Todas estas movilizaciones buscan lograr una mejor contratación colectiva, y la necesidad de la sindicalización independiente de los trabajadores sobre todo en los servicios como cafeterías y restaurantes de comida rápida, los almacenes de Amazon, sectores donde era imposible la sindicalización.
Mientras, en Inglaterra, se movilizaron con huelgas, paros, mítines las y los trabajadores de ambulancias, enfermería, vigilantes de puertos, hoteles etc. Servicios esenciales para la temporada navideña. El gran descontento se desbordó por el alza de alimentos y la energía, que golpea duramente los salarios de los trabajadores, con una inflación del 11.1 por ciento; fenómeno jamás visto en 41 años, lo que genera malas condiciones de vida. La huelga es una medida de presión para obligar al gobierno y los patrones a mejorar los salarios frente al costo de vida.
Estas luchas juntan a muchos sectores de trabajadores generando caos y parando los servicios, y que utilizan la huelga general como un instrumento de lucha de los trabajadores, es decir que todos en una sola voz y organizados en conjunto, tienen más posibilidades de lograr sus demandas, porque así emplazan al gobierno y patrones para dar una respuesta conjunta.
En México, también hay luchas, pero desafortunadamente son aisladas y gremiales, cada sector lucha aparte por sus demandas propias, cuando a todos nos golpean los mismas problemáticas como son los bajos salarios, aunque aumentaron el mínimo a $ 207.44 pesos un aumento del 20%, sin embargo este no alcanza para comprar una canasta básica que cuesta: mil 753.35 pesos y si atendemos necesidades como el pago de servicios, ropa, zapatos, vivienda, medicamentos es imposible vivir dignamente. Y los aumentos contractuales fueron muy castigados pues impusieron el tope salarial desde hace más de dos décadas de 3 y 4 % de aumento salarial a los trabajadores con un contrato colectivo. Mientras la inflación cerró el año con 7.77%.
Otro problema, es la precariedad en el empleo, la mayoría sin prestaciones de ley, con inestabilidad laboral sólo se firman contratos eventuales, la basificación a cuenta gotas en el magisterio, académicos, trabajadores del gobierno y en el sector salud, y peor aún en el sector privado que viola los derechos de los trabajadores.
Sí nos movilizamos, pero dispersos, como las movilizaciones de los médicos residentes de los hospitales de Pemex, por la falta de cumplimiento de las autoridades del pago de aguinaldo completo pues sólo les dieron 2, 590 pesos en lugar de 12 mil y 14 mil pesos. Las autoridades alegan que el aguinaldo fue diferido durante todo el año mediante aumentos salariales a 850 médicos residentes que laboran en esta institución, los médicos residentes niegan que hayan otorgado estos aumentos, por lo tanto seguirán con esta lucha.
Es indignante que esto le hagan a los trabajadores, en primer lugar los aumentos salariales son legítimos y legales, este sistema es tramposo porque les dieron a firmar un documento sin dar tiempo al análisis y reflexión y ver si aceptaban esta forma de pago del aguinaldo, además los residentes son los que sacan la sobrecarga de trabajo, pues laboran según la norma NOM-001-SSA3-2012, 80 horas a la semana con turnos de 32 X 16 horas, son jornadas muy pesadas y es justo que se les pague un salario remunerado.
Pero la respuesta de las autoridades es que ya hubo aumento de salario en un año y que los sueldos actuales son del R1 pasó de 12 mil mensuales a 13 mil mensuales y así va subiendo hasta llegar al R5 que gana 16,747 pesos mensuales.
El salario es bajo ya que son médicos que se capacitan en una especialidad y así están laborando. Cuando terminan no cuentan con una plaza que les otorgue la institución a la cual estuvieron asignados esos años de capacitación-trabajo. Debería haber una contratación y base de estos trabajadores, pues hay un gran déficit de médicos especialistas en nuestro país, el presidente lo reconoce, pero no se hace nada, se abren pocas residencias en el país y peor aún no hay contratación con todos los derechos incluyendo la basificación.
Otra respuesta de las autoridades es la amenaza con darlos de baja, y así perderían la posibilidad de titularse de la especialidad, así como otras formas de represión que ejercen las autoridades con impunidad, cuando se exigen los derechos pisoteados. Aun no hay respuesta favorable a los médicos residentes, apoyemos su lucha.
Así como esta lucha, se han dado durante todo el año las de jubilados, maestros, sector salud, y académicos amenazados con perder su derechos a huelga amenazando con trasladarlos al apartado B del 123 constitucional, etc. Pero cada quien por su lado, por eso la pregunta ¿Qué nos hace falta a los trabajadores mexicanos para unirnos y organizarnos colectivamente, sin gremialismo? Vernos como una sola clase trabajadora y así luchar juntos por mejorar nuestras condiciones de vida y trabajo. Busquemos la unidad de los trabajadores porque lo que no hagamos nosotros nadie lo hará.
Capital Vampiro: La sangre convertida en mercancía
LOS VAMPIROS DEL SIGLO XXI: «La sangre vuelve a ser una mercancía y la industria codicia un plasma rico en proteínas.»
por mpr21.info/Canarias.
Hasta hace poco tiempo los donantes de sangre eran un ejemplo de humanitarismo y generosidad, porque las donaciones eran desinteresadas. Sin embargo, hasta 1985 se remuneraban y muchos pobres y pordioseros vivían de entregar su sangre a cambio de un puñado de monedas.
Ahora la sangre ya no sólo va destinada a algún accidentado que convalece en el hospital. Es una materia prima para la industria farmacéutica y cosmética, que la procesa para fabricar diversos medicamentos y ungüentos por los que cobra un precio muy elevado.
La sangre vuelve a ser una mercancía y la industria codicia un plasma rico en proteínas. Es una materia prima más barata que la producida de manera sintética. Pero una vez que la sangre se separa en sus distintos componentes, su precio se dispara.
Un vendedor sólo puede entregar sangre completa unas pocas veces cada año, pero puede vender plasma hasta dos veces por semana si se practica la plasmaféresis, un proceso que consiste en extraer la sangre completa, separar el plasma y volver a inyectar los componentes celulares en las venas del vendedor.
La placenta, la masa de tejido que nutre al feto mientras está en la matriz, es otra mercancía valiosa. Muchos hospitales y maternidades las guardan, las congelan y las venden. Tan solo en 1987 Estados Unidos exportó unos 800.000 kilos de placenta al extranjero. Es una fuente de plasma sanguíneo materno, que las empresas elaboran para producir diversos fármacos y pomadas para la piel.
A su vez el plasma también se puede separar en sus diversos componentes y entonces la industria llega a negociar miles de millones de dólares.
Estados Unidos exporta productos derivados de la sangre humana por un valor de más de 25.000 millones de dólares al año, casi un 2 por ciento del total de sus exportaciones. Pero no sólo las empresas obtienen beneficios. Entre 1980 y 1987 la Cruz Roja ganó 300 millones de dólares en Estados Unidos gracias al tráfico de sangre y en Japón empezó a competir con las empresas vendiendo sangre con descuentos y ofertas.
La sangre tampoco escapa a las clases sociales. Los países del Tercer Mundo y los barrios pobres de Estados Unidos son los grandes yacimientos de sangre. En India hasta 500.000 miserables venden su sangre para ganarse la vida y algunos se disfrazan y falsifican sus documentos de identidad para poder donar más sangre de la recomendada. En ocasiones son las empresas las que les extraen más sangre de la que deberían.
Por eso los centros de extracción están instalados en medio de la pobreza y los vendedores mueren debido a la gran cantidad de sangre que donan periódicamente. Las instalaciones vampíricas funcionan 12 horas al día, 7 días a la semana, ofreciendo 200 dólares al mes de remuneración en Estados Unidos por cada entrega.
No es casualidad que se hable de los “bancos de sangre”. Las empresas extractoras no pagan en efectivo sino en una cuenta asociada a una tarjeta de crédito exclusiva a nombre de la empresa succionadora de la sangre.
El ingreso de España en la Unión Europea prohibió la compraventa de sangre, aunque el negocio quiere volver. A finales de los ochenta la farmacéutica Grifols fue la última empresa dedicada al tráfico de sangre y ahora está presionando “para que se legalice la venta de sangre como complemento económico para los parados” (*). La farmacéutica, que es el tercer traficante mundial de sangre, estaría dispuesta a pagar entre 60 y 70 euros a la semana a los parados.
(*)https://cincodias.elpais.com/cincodias/2012/04/17/empresas/1334829553_850215.html
Diez consejos navideños y de fin de año para los militantes de Izquierda
x Frei Betto
Yo diría que militantes de Izquierda, somos quienes sin llamarnos izquierdistas creemos en el proyecto de un mundo mejor, de solidaridad con los oprimidos, y de lucha por la imposición de la justicia social.
Verifique periódicamente si usted es de Izquierda.
Adopte el criterio de Norberto Bobbio: para la derecha la desigualdad social es tan natural como la diferencia entre el día y la noche. La Izquierda la considera una aberración que debe ser erradicada.
Atención: Usted puede estar contaminado por el virus socialdemócrata cuyos principales síntomas son usar métodos de derecha para obtener conquistas de Izquierda y, en un conflicto, agraviar a los pequeños para no quedar mal con los grandes.
La cabeza piensa donde pisan los pies.
No se puede ser de Izquierda sin «ensuciarse» los zapatos donde el pueblo vive, sufre, se alegra y celebra sus creencias y sus victorias. Teoría sin práctica es hacerle el juego a la derecha.
No se avergüence de creer en el socialismo.
El escándalo de la Inquisición no hizo que los cristianos abandonaran los valores y propuestas del Evangelio. Igualmente, el fracaso del socialismo en Europa del Este no debe inducir a descartar el socialismo del horizonte de la historia humana.
El capitalismo, vigente hace 200 años, ha sido un fracaso para la mayoría de la población del mundo. Hoy somos 6 mil millones de habitantes. Según el Banco Mundial, 2 mil 800 millones sobreviven con menos de 2 dólares al día; y 1 mil 200 millones con menos de 1 dólar diario. La globalización de la miseria no es mayor gracias al socialismo chino que -a pesar de sus errores- asegura alimentación, salud y educación a 1 mil 200 millones de personas.
Sea crítico sin perder la autocrítica.
Muchos militantes de Izquierda cambian de lado cuando pierden la perspectiva. Desplazados del poder se vuelven amargos y acusan a sus compañeros(as) de errores y vacilaciones. Como dijo Jesús, ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. No se esfuerzan por mejorar las cosas. Se convierten en meros espectadores y jueces y, al poco tiempo, son cooptados por el sistema.
Autocrítica es no solamente admitir los propios errores. Es aceptar la crítica de los(as) compañeros(as).
Conozca la diferencia entre militante y «militonto».
«Militonto» es aquél que se jacta de estar en todo, de participar en todos los eventos y movimientos, de actuar en todos los frentes. Su lenguaje está repleto de lugares comunes y consignas y los efectos de su accionar son superficiales.
El militante profundiza sus vínculos con el pueblo, estudia, piensa, medita, se califica en una determinada forma y área de actividad, valoriza los vínculos orgánicos y los proyectos comunitarios.
Sea riguroso en la ética de la militancia.
La Izquierda actúa por principios. La derecha, por intereses. Un militante de Izquierda puede perder todo -la libertad, el empleo, la vida- menos la moral. Al desmoralizarse, desmoraliza la causa que defiende y encarna. Presta un inestimable servicio a la derecha. Hay sinvergüenzas disfrazados de militantes de Izquierda. Son sujetos que piensan en su ascenso al poder. En nombre de una causa colectiva, buscan primero su interés personal.
El verdadero militante -como Jesús, Gandhi, el Che- es un servidor, dispuesto a dar su propia vida para que otros vivan. No se siente humillado por no estar en el poder, ni orgulloso de su posición. Él no se confunde con la función que cumple.
Aliméntese con la tradición de Izquierda.
La oración es necesaria para cultivar la fe, el cariño para nutrir el amor de pareja, «volver a las fuentes» es necesario para mantener el ardor de la mística de la militancia. Conozca la historia de la Izquierda, lea (auto) biografías como «El diario del Che en Bolivia» o novelas como «La madre» de Gorki o «Viñas de la ira» de Steinbeck.
Prefiera el riesgo de errar con los pobres a tener la pretensión de acertar sin ellos.
Convivir con los pobres no es fácil. Primero, existe la tendencia a idealizarlos. Después se descubre que entre ellos existen los mismos vicios que hay en otras clases sociales. No son mejores ni peores que los demás seres humanos. La diferencia es que son pobres, o sea, personas privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales para una vida digna. Por eso estamos del lado de ellos. Por una cuestión de justicia. Un militante de Izquierda jamás transa los derechos de los pobres y sabe aprender de ellos.
Defienda siempre al oprimido aunque aparentemente no tenga la razón.
Son tantos los sufrimientos de los pobres del mundo que no se puede esperar de ellos actitudes que no siempre aparecen en la vida de los que tuvieron una educación refinada. En todos los sectores de la sociedad hay corruptos y bandidos. La diferencia consiste en que en la élite, la corrupción se realiza con la protección de la ley y los bandidos son defendidos mediante mecanismos económicos sofisticados, que permiten que un especulador lleve a un país a la penuria. La vida es el mayor don de Dios. La existencia de la pobreza clama al cielo. No espere nunca ser comprendido por los que permiten la opresión de los pobres.
Haga del cuestionamiento un antídoto contra la alineación.
Muchas veces dejamos de luchar para no escuchar el llamado que nos exige nuestra conversión, un cambio en el rumbo de nuestra vida. Hablamos como militantes y vivimos como burgueses, acomodados o bien en la agradable posición de quienes se erigen en jueces de los que luchan.