Dos conflictos entre vendedores ambulantes y el ayuntamiento de Puebla destacaron el día de ayer. Un primer caso fue la demanda de cientos de comerciantes ambulantes para instalarse en las avenidas 6, 8, 10 y 12 Oriente–Poniente para vender productos relacionados con el regreso a clases, por lo que desde la mañana “torearon” a la autoridad municipal, aunque varios grupos de granaderos de la Policía Municipal se los impidieron, mientras que los líderes de cuatro organizaciones exigieron al gobierno municipal que les permita vender para llevar sustento a sus familias previo al inicio de clases, frente a la negativa de la Secretaría de Gobernación municipal.
Por otra parte, decenas de comerciantes ambulantes integrantes de la Asociación de Comerciantes de la Central de Abasto de la ciudad de Puebla bloquearon el paso vehicular en la Avenida Juan de Palafox y Mendoza, frente al Palacio Municipal, luego de que personal de seguridad del centro de abasto les levantó su mercancía, presuntamente por órdenes de Luis Pinto Medel, secretario general, al que denunciaron por querer cobrarles hasta 8 mil pesos mensuales para “dejarlos vender”, así como el respaldo que el ayuntamiento de la ciudad de Puebla brinda a esos abusos.
En ambos casos la demanda central de comerciantes ambulantes es poder vender, ya que de esa actividad depende su sustento y la autoridad municipal debería atender esa solicitud debido a que una parte considerable de la población en la entidad y en el municipio obtiene los ingresos para poder vivir de esa actividad. Debería existir la apertura del gobierno municipal para flexibilizar las decisiones sobre el comercio ambulante para ciertas temporadas del año, mostrando cierta capacidad de equilibrio y reconocimiento de las necesidades sociales de las familias que se benefician del comercio ambulante.
El otro aspecto por considerar es el lado de los compradores, muchos de los cuales se abastecen en ese comercio informal, que ofrece precios más económicos que muchos lugares establecidos y que permite surtir en estas fechas la lista de útiles a un menor costo.
El inicio del nuevo ciclo escolar demanda un esfuerzo importante para la mayoría de las familias, más cuando la economía popular ha resentido en los últimos meses el incremento de los precios en materia alimentaria, donde la inflación se ha centrado en las hortalizas, frutas y granos, debido principalmente a las condiciones de sequía que han vivido las regiones productoras, así como a otras condiciones climáticas. Por ello, poder vender y abastecerse de productos más económicos que ofrece el comercio ambulante significa un cierto alivio para la economía local.