En 2021 hubo 963 muertes violentas de mujeres en el país, y Puebla fue se encuentra entre las siete entidades con más casos.
Así lo dio a conocer Susana Vanessa Otero González, coordinadora para la Erradicación de la Violencia Feminicida de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) durante una conferencia que este martes impartió ante integrantes del Colectivo de mujeres 50 + 1.
En ese bloque de siete entidades con más casos también se encuentran México, Guanajuato, Oaxaca, Chiapas. Jalisco, Morelos y Veracruz, según señaló la funcionaria federal.
En su ponencia refirió que los 963 casos son el resultado de un cruce de datos oficiales que se retomaron del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) así como de registros que emiten medios de comunicación pero que son verificados por la Conavim.
“Esto solo es de 2021, que es la estadística con la que nosotros contamos, con datos cerrados, con datos verificados”, expuso.
La funcionaria también citó los municipios del país con más delitos de ese tipo, los cuales enlistó en el siguiente orden: Juárez, Culiacán, San Pedro Tlaquepaque, Gustavo A. Madero, Puebla y Tijuana.
Otero González aseguró que desde la Conavim se realizan distintas acciones para terminar con la violencia contra las mujeres como las alertas de violencia de género, mecanismo con el que 50 municipios de Puebla cuentan desde abril de 2019.
Otra de las estrategias, dijo, es la puesta en marcha de institutos para las mujeres en donde estas pueden acudir para solicitar auxilio en caso de ser violentadas.
Pide reconocer trata de personas
En otro orden de ideas, la funcionaria federal se pronunció por reconocer el problema de trata de personas que enfrenta el corredor Puebla-Tlaxcala, pues indicó que esa es la base para aportar ideas que solucionen el conflicto.
Susana Otero indicó que el problema de la desaparición de mujeres que posteriormente se convierte en trata de personas no es exclusiva de esa zona del país, sino que ocurre en todas las entidades, por lo que insistió en que primero debe reconocerse para saber de qué dimensiones es el problema.
En ese sentido, criticó que la entidad tlaxcalteca no cuente con estadísticas sobre la desaparición de mujeres, pues este delito podría servir de antesala para la explotación sexual de las mismas.