El estado de Puebla se mantiene en el quinto lugar nacional con el mayor porcentaje de morosidad hipotecaria bancaria, de 3.5 por ciento registrado durante el año pasado. Esta proporción es ligeramente superior al 3.3 por ciento documentado en 2023, de acuerdo con el análisis “Situación Inmobiliaria México. Primer Semestre 2025”, de BBVA Research.
Morelos, Chiapas, Guerrero y Tamaulipas le anteceden a esta entidad federativa, con 5, 4.9, 4.5 y 3.9 puntos porcentuales, respectivamente.
En Puebla el monto medio de hipoteca bancaria es de 2 millones de pesos, con cifras a 2024, es inferior al promedio nacional de 2.4 millones de pesos.
Este tuvo disminución de 35.48 por ciento respecto a 2023, cuando era de 3.1 millones de pesos; en ese año era superior a la media del país, de 2.2 millones de pesos.
El estudio también señala que 22.3 por ciento de los hogares de Puebla tienen sobregasto de vivienda, es decir que quienes los habitan pagan más del 30 por ciento de sus ingresos (ya sea en renta o en crédito hipotecario) recomendado para no comprometer la cobertura del resto de sus necesidades.
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En este apartado la entidad también se encuentra en el quinto lugar en el país, después de la Ciudad de México, con 38.2 por ciento, Querétaro, con 27 por ciento; Michoacán, con 23.6 por ciento, e Hidalgo, con 22.6 por ciento.
Por otra parte, al cuarto trimestre de 2024, el precio de la vivienda en Puebla incrementó 11.8 por ciento en el territorio, de acuerdo a datos de Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), retomados por BBVA Research.
Creció 3.8 puntos porcentuales en comparación con los últimos tres meses de 2023; aunque fue inferior en comparación con el tercer trimestre de 2024, cuando llegó a 12.7 por ciento.
BBVA refiere que la apreciación continua de la vivienda es bien recibida por aquellos hogares que ya han comprado la suya, puesto que se mantiene y crece el valor de su inversión.
No obstante, menciona que el problema de la falta de asequibilidad sigue siendo uno de los principales en el mercado actual.
Tan solo entre 2016 y 2022 el precio de la vivienda creció 58.4 por ciento, mientras que el ingreso laboral solo aumentó 4.1 puntos porcentuales, lo que ha disminuido el acceso a la vivienda en el país, principalmente para personas de bajos ingresos.
“Esta disparidad ha provocado un sobrecosto habitacional: en 2022, el 20 por ciento de los hogares que pagan renta o hipoteca destinaban más del 30 por ciento de su ingreso a vivienda, lo que se considera una carga excesiva. Los hogares no afiliados al Infonavit o Fovissste son los más afectados, con ingresos significativamente menores y mayor sobrecosto”.
En estos últimos se gastan en vivienda, en promedio, 79 por ciento de su ingreso.
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