Tehuacán. Puebla ocupa el cuarto lugar nacional, con adolescentes en situación de calle, sostuvo Sugei Rosales, presidente de Vinculación de Redes de Acción Local (Viral), quien manifestó que el trabajo de esa organización se enfoca a la prevención social de violencia y delincuencia.
Señaló que las estadísticas en esa materia sí son preocupantes, porque se trata de personas que viven sin techo, no tienen alimentación ni acceso a servicios médicos, lo que les hace vulnerables en todo sentido.
Sugei Rosales explicó que muchos de esos adolescentes son víctimas de delincuentes que se dedican a la venta de drogas, quienes los inducen a consumirlas para que, una vez que son adictos, puedan obligarlos a vender los estupefacientes.
Para la presidente de Viral urge que los gobiernos atiendan ese problema con acciones enfocadas a transformar la realidad de esas personas, lo cual se puede hacer a través de proyectos de emprendedores, concepto que, resaltó, es muy utilizado en estos tiempos por los gobernantes.
No solo se trata de tener estadísticas, resaltó, sino de actuar en respuesta a esos números para que se modifiquen de fondo, pues si a esas personas se les ayuda con proyectos reales a ser productivos, pueden superar los problemas que actualmente padecen.
La propuesta de Sugei Flores es que se les brinde una oportunidad de ser productivos, aspecto que además será de beneficio para el resto de la población, así como para los propios gobiernos.
De acuerdo con las estadísticas de Viral, Puebla tiene 23 por ciento de adolescentes, entre 12 y 14 años de edad, embarazadas, números que le colocan en una posición también preocupante en esa materia.
Un porcentaje de esas chicas se encuentran en las comunidades rurales o bien llegan a las ciudades con poca información sobre los métodos de prevención; otras más debido a sus convicciones culturales y religiosas no los utilizan, detalló.
El problema se eleva, dijo, en el caso de aquellas adolescentes embarazadas que además están en situación de calle o ya consumen drogas, porque en ese caso no solo corren riesgo ellas, sino también exponen a su hijo o hija, que viene en camino.