El estado de Puebla es el séptimo con el más bajo bienestar financiero de sus habitantes. En escala de cero a 100, esta entidad federativa obtuvo solo 50.9 puntos, según lo reportan los datos de la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (Ensafi) 2023, publicada ayer.
Las entidades con mejores resultados son Quintana Roo, con 56.3 puntos; Coahuila, con 55.9 puntos; y la Ciudad de México, con 55.6 puntos.
Por otra parte, Puebla es la novena con mayor puntaje de estrés financiero en su población, con 61.1 puntos. Para este indicador se consideró la dificultad de las personas de 18 y más años de edad para cubrir gastos básicos, la acumulación de deudas, la incertidumbre sobre el futuro financiero y la preocupación por tener que gastar dinero en imprevistos.
Se estima que 38.7 por ciento de quienes viven en esta entidad federativa, es decir 39 de cada 100, presentan un nivel alto de estrés financiero.
El estudio demoscópico, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), añade que la población con mayoría de edad que radica en territorio poblano declaró que necesita un promedio de 12 mil 600 pesos al mes para cubrir sus necesidades.
En Coahuila se requiere el monto más alto, de 21 mil 900 pesos, de acuerdo con los entrevistados.
Al mismo tiempo, 61.3 por ciento de los poblanos declaró tener ahorros, siendo esta una de las proporciones más altas del país.
Cabe mencionar que debido al estrés financiero, las mujeres en nuestro país experimentaron con mayor frecuencia ansiedad, tristeza, frustración e irritabilidad que los hombres.
Además, como consecuencia del mismo, 34.9 por ciento de la población ha experimentado alguna consecuencia fisiológica, tales como dolores de cabeza, falta de sueño, gastritis o colitis, cambios en la presión arterial, problemas alimenticios y/o conflictos con familiares, amigos o en el trabajo.
A nivel república, según lo arrojó la encuesta, la principal preocupación financiera de la población fue el aumento de las deudas.
Los gastos imprevistos también representaron una fuente de intranquilidad financiera para el 45.4 por ciento de los entrevistados. La necesidad de afrontarlos de manera repentina generó un impacto significativo en la economía personal, lo que se tradujo en altos niveles de estrés y ansiedad.
Por otra parte, las principales metas financieras de la población en México, son, en primer lugar, comprar o terminar de pagar una casa.
En segundo, para las mujeres, es dar estudios a sus hijas o hijos; mientras que para los hombres es obtener más ingresos.
Se menciona que las principales barreras para alcanzar las metas, son: falta de ahorro y de oportunidades de trabajo, así como deudas pendientes por pagar.


