El 7 de noviembre del año en curso, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó a la Cámara de Diputados el Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2025; mismo que contiene propuestas económicas y fiscales que se establecen para dicho ejercicio. Integra los criterios generales de política económica, la iniciativa de la ley de ingresos, el proyecto de presupuesto de egresos de la federación (PEF) y la miscelánea fiscal, tras su aprobación en el Congreso a más tardar el 31 de diciembre.
El PEF 2025 estima un monto de 9.3 billones de pesos al gasto público, mientras los ingresos se estiman en 8 billones de pesos. Los programas del Bienestar, son una prioridad para el actual gobierno, reiterando que los programas insignia de la administración de López Obrador, se mantendrán durante este sexenio. Además, la beca Rita Cetina (Apoyo a niñas y niños de educación básica de escuela pública), el apoyo a mujeres de 60 a 64 años de edad, programa insignia de la administración de Claudia Sheinbaum. El gasto público de estos programas sociales asciende a 835 mil 705 MDP. El Paquete Económico 2025 también considera como prioridad el rescate del sistema ferroviario que inició López Obrador. Ocho proyectos de trenes encabezados por el Tren Maya, el Tren México-Querétaro y el Interoceánico, recibirán 149 mil MDP. Otros 20 mil millones de pesos, serán asignados a obras hidráulicas y obras relacionadas con las vías de comunicación y transporte. El gasto público para estos proyectos asciende a 189 mil MDP.
A tres sectores fundamentales y estratégicos para el desarrollo del país, la paz social y bienestar familiar, una vez más se les reduce el presupuesto: Medio ambiente, salud y agricultura.
Para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), el presupuesto proyectado bajó 39 por ciento, pasó de 73 mil 232 MDP a 44 mil 370 MDP en 2025; con una reducción de 28 mil 862 MDP. Desde el año 2015 el presupuesto al medio ambiente viene a la baja, lo cual confirma que este sector no es prioritario por el momento. Atender la crisis hídrica, mitigar las sequias, conservar el suelo, reducir los incendios forestales, evitar desbordamientos e inundaciones, mejorar la calidad del aire, resarcir las altas temperaturas, reforestar, entre otras acciones; pueden esperar un año más. El discurso ambientalista de la clase política y los presupuestos asignados no son congruentes.
La Secretaría de Hacienda, propuso reducir 34 por ciento el presupuesto destinado a la Secretaría de Salud, pasó de 101 mil 114 MDP a 66 mil 693 MDP para 2025, con una reducción de 34 mil 421 MDP. Desde décadas se ha criticado al carente sistema de salud mexicano. No queremos que sea como el de Dinamarca, como lo aseguro el expresidente López Obrador; tan solo que sea digno y humano para todas las familias, que no siga siendo un viacrucis ser atendido en el sector público de salud.
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En cuanto al presupuesto asignado al sector agrícola, el Anexo 1. Gasto neto total del PEF 2025, considera el apartado B. Ramos administrativos, un gasto programable de 73 mil 616.6 MDP, asignado a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER); sin embargo, en el Anexo 11. Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC), a la SADER se le asigna un monto de 51 mil 513.1 MDP para el Programa de Fertilizantes; Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos; Producción para el Bienestar; Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura; y Programa de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria.
Desde su creación en 2002, el PEC, integra una serie de programas y políticas de fomento al campo que, finalmente, no se han reflejado en un incremento de la productividad y desarrollo del sector agropecuario. El PEC, no ha prosperado como herramienta de planeación, opera como un ejercicio presupuestal anual donde las líneas presupuestarias de los programas de desarrollo rural sólo se agrupan, pero en la realidad falta una estrategia de desarrollo conjunta, de modo que, el PEC aparece como un apéndice del presupuesto federal anual. El PEC considera demasiados programas y unidades responsables involucradas, cada una con sus propios objetivos, beneficiarios y reglas. Hay ausencia de una instancia rectora que dirija una estrategia única de desarrollo del campo; cuenta con programas, subprogramas, componentes y actividades con dualidad de funciones entre las instancias participantes, o incluso en ocasiones se contraponen.
Es importante hacer un recuento del PEC de los últimos años a la fecha. En 2006 fue de 51 mil 020.7 MDP; en 2012 de 56 mil 649.2 MDP; en 2018 de 72 mil 056.4 MDP; en 2024 de 51 mil 509.8 MDP; y ahora en 2025 será de 51 mil 513.1 MDP. El presupuesto a la agricultura en 2025 solo tendrá un aumento de 4 MDP en términos reales; sin embargo, comparado con ejercicios anteriores, el presupuesto continúa a la baja con los gobiernos de Morena.
En la llamada “República Rural Justa y Soberana” propuesta por la presidenta Sheinbaum durante su campaña, sostiene que la soberanía alimentaria será, igual que ahora, el eje rector de su política para el campo; sin embargo, con ese presupuesto adelgazado, solo continuaremos a la luz de la utopía.
A fin de avanzar, es urgente considerar a la agricultura nacional como palanca de desarrollo para el país, un sector fundamental en el abasto alimentario a la población y el empleo rural, la producción de materias primas, la custodia de los recursos naturales, y atención a la pobreza rural. Mientras los programas sociales se prioricen sobre lo productivo, será difícil que se genere riqueza en el campo. Si se siguen priorizando los apoyos individuales sobre los apoyos en bienes públicos, no habrá dinero que alcance.
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