Si el lenguaje
este modo austero
de convocarte (…)
Fuera
el modo
(…)
De meterme en tu pelo.
Cristina Peri Rossi: Invocación
1
Llevo un mapa de las veredas que te hizo el viento
2
Tomé agua suficiente para humedecer con mi lengua
los claros que el sol quema
3
Aprendí a llevar la cuenta
de los hilos y las silabas
de tu copiosa cabellera
4
Obtuve un entrenamiento
en ese deporte de alto riesgo
que es deslizarse
con los ojos cerrados
por los remolinos de tu torrente
5
Llevo luciérnagas,
cardillos y fósforos,
para que venza mi arrojo
la densa neblina de tus misterios.
6
Caminaré muy despacio
por si una fiera,
por si un fantasma,
por si un recuerdo,
me detuvieran.
7
Señalaré
con mi dedo fosforescente
cada ruta,
cada sendero
por donde se trafiquen
otros destinos, tantos sueños falsos,
cubiertos de velos y de recatos
8
Me sometí a un adelgazamiento
en esa parte mía
que engola la voz,
cuando más bien se trata de que emita
un suspiro, excitado
pero ligero,
en el preciso instante en que te encuentre.
9
Y mi plan,
entre tanta cautela y pericias,
está dispuesto a ubicar la audacia
en la vanguardia de mis virtudes:
treparé primero
las
lianas
sueltas
de tus árboles más altos,
ubicaré tus manglares
y daré un rodeo a tus marismas
trenzándoles trencitas a tus denuedos,
tocaré la piel
de puntas como un flamenco
y salto a saltito,
pues sé cuánto minas tus territorios,
y tras un juego de cosquillas inocentes,
me hundiré suavecito
hasta las raíces de tu pelo,
para injertarme
y ser en él,
uno más, el más entero.
Ricardo Landa, 19 al 26 de octubre de 2008.
Imágenes: Conti, Boubat, Yanpolsky, Cano y Flor Garduño.
Blog: https://elrojodelalengua.wordpress.com