En días pasados se dio a conocer que el Presidente de la República se había ubicado en la cúspide de su aceptación popular, con un 71 por ciento de las preferencias. Nunca había llegado a tal cifra, y eso es lo que hay que destacar, a pesar de la cerrada campaña de la oposición en su contra.
Sin embargo, a la par se han presentado por lo menos cinco asuntos que, si se dejan crecer, pudiesen repercutir negativamente para el actual gobierno. ¿A cuáles me refiero?: a la acusación de Scherer a Gertz Manero; la tolerancia presidencial excesiva hacia éste último; el escándalo provocado por Delfina Gómez; las declaraciones de Donald Trump y la respuesta al involucramiento de Enrique Peña Nieto en el caso de Odebrecht. Comentemos cada uno de ellos.
Primero y segundo. Al parecer, el pasado fin de semana, el exconsejero jurídico del gobierno federal, Julio Scherer presentó una acusación contra el Fiscal General, por conflicto de intereses, asociación delictuosa, entre otros delitos. Por su parte, Gertz Manero ha dejado mucho que desear por el abuso del poder, evidenciado con el procesamiento a la expareja de su hermano y el encarcelamiento de la hija de ésta, pero además por la ineficiencia e inefectividad de su trabajo. Los resultados han estado por debajo de lo esperado.
Sin embargo, por sobre todo y todos, el Presidente de la República lo ha apoyado abiertamente, no obstante que se ha convertido en un lastre para la 4T, no se ha transparentado nada en su proceder y crecen las dudas sobre su conducta ética y proceder adecuado. López Obrador, lamentablemente, ha dejado crecer esta situación que no le beneficia en nada.
Tercero. La Secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez, se ha metido en un berenjenal innecesario, primero por impulsar cambios en la educación, de dudosa efectividad, pero con insuficiencia explicación en el mismo, lo cual se ha exacerbado con la reiterada negativa a asistir a las Cámaras a informar sobre el particular. Así, de paso, se le cierra la posibilidad de ser nuevamente la candidata a la gubernatura del Estado de México, por lo que se le siguen abriendo las posibilidades a Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Gobernación, el cual ya ha sido manejado por sectores mexiquenses de Morena.
Cuarta. Innecesarias declaraciones del expresidente norteamericano Donald Trump, que da pie a que la oposición acuse de entreguista al actual gobierno, al señalar que no tardó nada para que la administración de AMLO desplegara miles de militares en la frontera. Lamentablemente la respuesta fue tibia y no del tamaño del golpe dado.
Quinta. El exdirector de Pemex, Emilio Lozoya ha vuelto a señalar al expresidente Enrique Peña Nieto como involucrado en el caso Odebrecht. El Presidente ha señalado que ese asunto es materia de la Fiscalía, lo cual es cierto, pero omite alguna opinión sobe el personaje, lo que hace que recordemos su postura de no tocar a los expresidentes, bajo la cuestionable argumentación de que en él no subsiste la venganza y sólo ve para adelante.
Estos puntos tendríamos que darles seguimiento, en el ánimo que no se complique ni den pretextos a la derecha, para seguirle atizando al actual gobierno.