Hace cuatro meses, Lydia Cacho Ribeiro recibió disculpas por parte del Estado mexicano por la persecución que padeció en 2005 tras dar a conocer una red de trata y explotación de menores que, entre otros personajes, implicó al entonces gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, sobre el que hoy pesa una orden de aprehensión por el delito de tortura cometido en contra de la periodista.
Fue el 10 de enero de este año cuando la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, cumplió con la recomendación que hizo la Organización de las Naciones Unidas, a través de su comité de Derechos Humanos, para que se reconociera que la periodista había sido objeto de múltiples violaciones a sus derechos fundamentales.
Violación del derecho a la libertad de expresión; detención arbitraria; tortura como instrumento de investigación; violencia y discriminación en razón de su género; e impunidad y corrupción alentada por las instituciones. Esos fueron los cinco elementos por los que el Estado que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador se disculpó en el acto celebrado en la Ciudad de México.
Fue la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez, quien expresó que el Estado se dedicaría a fortalecer la protección para los periodistas.
La ministra –quien como tal votó en 2007 en la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra de reconocer los actos contra Lydia Cacho como delitos graves– afirmó: “Nunca más la censura ha de tener cabida”.
Sánchez Cordero, prometió entonces respeto y garantías para el ejercicio de la libertad de expresión. “Este acto representa el inicio de una política de Estado comprometida con quien se dedica a informar; este es un momento adecuado para reflexionar sobre el valor que para la democracia y la cuarta transformación representa la libertad de expresión”.
A 13 años de este lamentable suceso –señaló la ministra Sánchez Cordero– estamos aquí siendo consecuentes como gobierno, con nuestra historia, con las omisiones y los errores del pasado. “Hoy estamos aquí para ofrecer disculpas a nombre del Estado mexicano a Lydia Cacho, pero también para reiterar que el gobierno de la República de Andrés Manuel López Obrador no estará supeditado a intereses particulares”.
Este gobierno, agregó Olga Sánchez Cordero, protegerá a quienes con su pluma o con su voz denuncien cuando la dignidad humana corra peligro o cuando el silencio sea cómplice de la injusticia.