Prácticamente desde que colaboro en La Jornada de Oriente, he reiterado sobre el rasgo conservador del grupo parlamentario local de Morena que, no obstante que nacionalmente despenalizar el aborto se reivindica no sólo como humanista y progresista, el Congreso poblano pospuso varias veces su legalización, a pesar la resolución al respecto del Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Hasta el momento, trece estados han legislado y resuelto sobre el particular, incluso entidades muy conservadoras como Aguascalientes, pero pasaba el tiempo y en Puebla no pasaba nada. Hasta ahora no había eco a las demandas que, por años, han levantado las agrupaciones civiles poblanas manifestado su apoyo al respecto, aunque precisa recordar que la inconstitucionalidad del Código Penal poblano se declaró desde el 14 de octubre de 2022, debido a un amparo impulsado por las organizaciones GIRE, Odesyr y Cafis.
Tampoco podemos olvidar que el presidente de la Junta de Gobierno del Estado, diputado Edgar Garmendia de los Santos, había anunciado que las Comisiones correspondientes discutirían el pasado viernes el proyecto de dictamen, para después, presentarse al Pleno. Recordemos que ese día, el dictamen fue aprobado por cinco votos a favor, cero en contra y una abstención, la del morenista Fernando Sánchez Sasia.
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Obviamente se provocó una reacción de la derecha poblana, estando atrás el PAN y la Iglesia, como es el caso del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien se manifestó en contra en plena homilía dominical. A la par, también se han movilizado grupos feministas que si están a favor de la reforma. El arzobispo presiona, casi chantajea, el PAN amenaza expulsar a sus diputados que voten a favor. Lo anterior me hace recordar que, en Aguascalientes, en el mes de diciembre pasado, la Legislatura del Estado tuvo que realizar una sesión privada, donde tuvieron el cuidado que no trascendiera cómo habían votado cada uno de sus legisladores y legisladoras.
A todo esto, finalmente este lunes 15 de julio, se aprobó la reforma en el Congreso del Estado, con una votación de 29 votos a favor, siete en contra y cuatro abstenciones. Permitiéndose el aborto hasta las doce semanas y siendo sancionado si pasa de esa temporalidad. Hay otras entidades donde la reforma es menor restrictiva, pero es un importante avance para las condiciones polarizadas de la población poblana, lo que constituye un peldaño en el proceso de liberación de la penalización del aborto.
Aunque es previsible que la derecha y el conservadurismo no se resignarán, por lo que seguramente interpondrán recursos legales, aunque sepan que la propuesta no solo vino de agrupaciones feministas, sino de un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desde septiembre del 2002. En todo caso, faltarían que den el mismo paso los otros 18 Congresos estatales faltantes.
A diferencia de lo que señaló el arzobispo Sánchez Espinoza, en el sentido que los diputados debieran atender otras prioridades, la despenalización del aborto, ha sido un gran pendiente en el proceso democratizador en la entidad.
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