A seis días del asesinato de dos hermanos campesinos cuando se manifestaban en la carretera Puebla–Perote, el gobierno de Veracruz clausuró este miércoles de manera parcial la planta porcícola de Granjas Carroll ubicada en los límites de ambos estados, en las proximidades de Totalco, debido a problemas relacionados con el manejo de aguas y las lagunas de lixiviados.
Lo que más llama la atención es que la planta porcícola está compuesta por un total de 18 granjas dentro de un mismo polígono, y una parte de este complejo se encuentra en territorio veracruzano y la otra en el poblano, donde se genera 10.5 por ciento de la producción anual en México.
La información de la clausura fue dada a conocer por el secretario de Medio Ambiente del estado de Veracruz, Juan Carlos Contreras Bautista, mientras que en Puebla se desconoce qué postura asumirá la administración estatal.
El cierre temporal de esta instalación de Granjas Carroll ocurre luego de que decenas de campesinos de Puebla y Veracruz mantuvieran las protestas por más de una semana en demanda del cierre de esta transnacional por acaparamiento y contaminación del agua en la región de la Cuenca Libres–Oriental, que derivó en el asesinato de dos jóvenes y decenas de lesionados a manos del corporativo policíaco Fuerza Civil de Veracruz.
En rueda de prensa, el funcionario veracruzano aclaró que aunque la acción es temporal y fue ejecutada por la Secretaría de Medio Ambiente local, las sanciones son competencia de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que cuentan con información y los expedientes abiertos sobre temas de descargas y aprovechamiento de agua por parte de la empresa.
La Jornada de Oriente buscó comunicación con la representación de la Conagua y la Profepa en Puebla, para conocer la postura que asumirán; sin embargo, hasta el cierre de la edición no habían respondido a las solicitudes de información sobre el caso de Granjas Carroll.
En el inicio de la semana, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, informó que su gobierno estará respaldando a los campesinos de la región e incluso dio a conocer que se instaló una mesa de diálogo con las empresas asentadas en la Cuenca Libres–Oriental para generar una agenda que dé respuesta a la demanda de los labriegos.
El mandatario poblano advirtió que si empresas como Granjas Carroll están contaminando el agua serían sancionadas y “caería todo el peso de la ley” en su contra por infringir la norma ambiental y de sanidad.
Desde años atrás se detectaron irregularidades: SMA
La autoridad en Veracruz informó que se está revisando el incumplimiento de algunas recomendaciones que se habían hecho y en caso de no haber solución del tema, la clausura podría extenderse.
El secretario del Medio Ambiente, Juan Carlos Contreras Bautista, confirmó que la clausura obedece al mal manejo de aguas residuales, lo cual recae en la competencia estatal y por lo cual se pudo proceder, aunque también añadió se deben realizar revisiones por parte de autoridades federales con relación a otros temas.
“Hasta este momento hay una granja clausurada y estamos en proceso de revisión de las autorizaciones, por tema de aguas, de residuos y manejo de aguas en el municipio de Perote”, declaró.
Reveló que años atrás ya se habían realizado supervisiones en las granjas y se habían detectado diversas irregularidades, por lo cual se aplicaron diversas multas y sanciones a la empresa.
El conflicto por la instalación de un grupo de empresas agroindustriales en la región de la Cuenca Libres–Oriental inició desde el año 2000, con la llegada del panista Vicente Fox Quezada a la presidencia de México, quien permitió la expansión industrial en la región de Puebla y Veracruz, con Granjas Carroll.
La empresa porcícola es propiedad de Agroindustrias Unidas de México (AMSA) y la compañía estadunidense Smithfield Food’s, esta última principal productora y procesadora de cerdo en el mundo.
Las granjas –dedicadas a la cría, comercialización y procesamiento de ganado porcino en pie– tienen pozos de agua concesionados para sus actividades, que de acuerdo con los labriegos que participaron en la protesta, han generado sobreexplotación del recurso hídrico.
Desde entonces los conflictos por el agua en Puebla cada vez son mayores y se derivan del aumento en la demanda del recurso a causa de la expansión industrial, sin importarles a las empresas las afectaciones sociales, ambientales y de salud que causen a las comunidades.