Como parte del programa “El Amparo en tu casa”, este jueves 2 de abril los internautas podrán acceder a un libro que llama la atención sobre la necesidad de la conservación y el estudio de los exvotos, un tipo de expresión popular que, desde el arte, pone de manifiesto la devoción de la población, como afirma la investigadora Clara Bargellini Cioni.
Titulado “Testimonios de fe: Colección de exvotos”, del Museo Amparo, el libro virtual de libre consulta responde a la exposición homónima montada entre 2016 y 2017 en dicho recinto, bajo la curaduría de la investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y resultado del Programa de Estudios e Investigación de la Colección Permanente.
“El término en sí –exvoto– significa algo que se promete hacer al recibir un favor. Por lo tanto, los exvotos pueden ser donaciones o acciones de una variedad infinita; además, los exvotos no solo expresan gratitud por un hecho único y singular; también buscan fortalecer la relación y comunicación entre lo humano y lo divino de manera que se extienda en eficacia y duración en el tiempo, así como difundir la importancia de esa relación entre los que lleguen a conocer sus beneficios”, explica Bargellini Cioni.
Detalla que en el caso de los exvotos de la colección del Museo Amparo son de un tipo particular: “Se trata de pequeñas pinturas que narran en imágenes y palabras los favores otorgados a individuos necesitados”.
Agrega que este tipo de exvoto surgió en Italia en el siglo XV, nutrido de narraciones acerca de milagros de los santos que se venían contando desde generaciones anteriores, tanto en palabras y escritos, así como en algunas pinturas.
La investigadora de la UNAM abunda que “la costumbre de donar a los santuarios este género de exvotos conmemorativos de historias de milagros se difundió en Europa y, por lo tanto, también pasó a la Nueva España”.
Detalla que el formato de narrar milagros o hechos notables en imágenes combinadas con textos también se conoce en obras de artistas notables de la época moderna temprana, y que artistas como Francisco de Goya y Lucientes, lo utilizó en sus Caprichos y en el famoso Autorretrato con el Dr. Arrieta.
Asimismo, que durante el siglo XIX se siguieron haciendo exvotos de este tipo, y México no fue la excepción, además de que, en el siglo XX, “los pequeños exvotos narrativos en diferentes santuarios a lo largo y ancho del país empezaron a llamar la atención de artistas y coleccionistas”.
La historiadora del arte expone que estos exvotos se distinguían porque sus temas locales e historias de individuos desconocidos estaban lejos de lo que se estilaba en el ámbito académico y de las maneras convencionales de pintar en esa época.
También, que “el auge del ‘arte popular’ entre los creadores del inicio del siglo XX y el gusto por ‘lo primitivo’ resultaron en la creación de colecciones de este género de objetos, como la que ahora forma parte del museo.
Completa que en años recientes se han hecho investigaciones importantes de los exvotos mexicanos en sus santuarios, las cuales han servido para llamar la atención sobre la necesidad de su conservación y estudio.
La investigadora Clara Bargellini nota que algunos artistas de principios del siglo XX, como Frida Kahlo, siguieron creando exvotos no para santuarios, sino como comentarios acerca de la vida diaria. “La producción de estos exvotos actuales, con y sin referencias a imágenes y cultos religiosos, es un fenómeno del arte contemporáneo con fuertes contenidos sociales y expresivos, cualidades que también caracterizan a los exvotos tradicionales”, apunta.
A su vez, en la presentación del libro, explican Lucia I. Alonso Espinosa y Ramiro Martínez, directora general y director ejecutivo del Museo Amparo, respectivamente, explican que “los exvotos, que tradicionalmente se colocan en las paredes de templos y santuarios como muestras de gratitud por los favores recibidos, son pinturas realizadas sobre lámina o madera, generalmente de autores desconocidos, aunque algunas pueden estar firmadas e incluso pueden atribuirse a un autor específico debido a un estilo o técnica particulares”.
Añaden que “estas pequeñas pinturas son una muestra de la fe y de las diferentes necesidades humanas, y al mismo tiempo revelan –muchas veces con humor– las carencias y los peligros de la existencia humana, mostrando la importancia de las creencias religiosas y sus diferentes expresiones en el arte”.