Tehuacán. Cumplir con los protocolos de sanidad que se contemplan para el regreso a las clases presenciales no será posible para las instituciones educativas de la Sierra Negra, advirtió José Luis Leyva Machuca, integrante del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP).
En 85 por ciento de las escuelas de Coyomeapan y Zoquitlán, no se cuenta con drenaje y la carencia de agua potable se eleva hasta 90 por ciento, refirió el docente, quien dijo que la mayoría de esas instituciones ocupan agua de los arroyos, por lo que con ese problema ya se complica algo tan básico como el lavado constante de manos y la sanidad de los sanitarios.
Si a lo anterior se suma la precaria situación económica de las familias, es inconcebible pedirles a los tutores que cooperen para la compra constante de gel antibacterial, desinfectantes, cloro y utensilios de limpieza, que son indispensables para que se cumpla todo lo que se pide a las escuelas para las clases presenciales, advirtió.
Leyva Machuca manifestó que existe un recurso económico del programa La Escuela es Nuestra, mismo que asciende a 150 mil pesos, para este año, con lo cual se podría cubrir el recurso monetario para la compra de todos los enseres y productos de limpieza de los colegios.
El problema, lamentó, es que quienes coordinan ese programa les han exigido a los directivos llevar a cabo obras de relumbrón como bardas o pintura, a pesar de que las instituciones tienen otras urgencias como la red de agua potable, el drenaje o la dotación de los productos para prevenir contagios de Covid-19.
José Luis Leyva pidió que las autoridades educativas analicen la situación para que se les permita disponer del dinero de ese programa para las cosas u obras que realmente son necesarias, “pero nos andan correteando para que se ponga la barda o se pinte la estampa de La Escuela ese Nuestra”.
La situación de esas escuelas es la misma que en el resto de los municipios de la Sierra Negra, indicó el profesor al expresar que en ese sentido los ayuntamientos tampoco muestran solidaridad con sus niños y jóvenes estudiantes, ya que mantienen en el olvido a las instituciones educativas o las apoyan de forma muy selectiva.
Bajo esas condiciones, dijo, la mayoría de las escuelas rurales en la Sierra Negra ya regresaron parcialmente a clases presenciales, los alumnos y maestros acuden dos o tres días por semana, debido a que en esa región la pobreza impide que los alumnos cuenten con equipos de telefonía móvil y de internet.
“Como siempre a los pobres les cargan más la mano” dijo al informar que en esas poblaciones tampoco hay quien atienda a los enfermos, en caso de que se presenten contagios de Covid, pues dijo que las Casas de Salud están en el abandono.