Representantes de Ixtacamaxtitlán y organizaciones similares denunciaron que Almaden Minerals –a través de su filial, Minera Gorrión– lleva a cabo una campaña para dividir a la población de ese municipio serrano, a fin de llevar a cabo el proyecto de explotación de yacimientos de oro y plata a cielo abierto, a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) echó abajo las concesiones mineras del consorcio.
En el zócalo de la capital poblana se presentaron en rueda de medios integrantes de la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua, el Consejo Tiyat Tlali, el Consejo Regional Totonaco, la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske, el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, el Centro de Estudios Ecuménicos, la Agencia Timomachtikan, el Movimiento Atzin, las Maseual Siuamej mosenyolchikauanij y el Colectivo Tajtolmej Taltipak.
Asimismo, se apersonaron emisarios de la Brigada Xochiteca, el Colectivo Tajpianij, Makxtum Kgalhaw Chuchutsipi, la Organización Independiente Totonaca-Nahua y losServicios Ambientales Amelatzinhualajtok.
En ese marco, se dio lectura a un comunicado en el que se menciona que, a partir de la sentencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el 16 de febrero de 2022, en la cual se ordenó la cancelación de las concesiones del proyecto minero Ixtaca de la transnacional Almaden Minerals en Ixtacamaxtitlán, “su presencia en la comunidad de Santa María Sotoltepec ya no tiene justificación alguna. Sin embargo, ha incrementado su intervención en la comunidad provocando violencia por medio de la ruptura del tejido social; claro ejemplo de ello es la presencia de personeros de la empresa que utilizando métodos de cooptación, reparten dádivas monetarias y en especie a algunos habitantes, como son 10 bultos de fertilizante bajo el falaz discurso de apoyo a ejidatarios”.
Agregaron que la compañía también ha hecho la promesa a los labriegos de otorgarles un “flamante paquete tecnológico”, mediante un convenio que consiste en: un bulto de maíz híbrido, cinco bultos de fertilizante, dos litros de biofertilizante y dos horas de tractor agrícola. Dicho convenio no específica a los ejidatarios qué deberán dar a cambio, aunque de fondo existe un objetivo perverso por parte de la empresa minera: generar división y confrontación al interior de la comunidad”.
Indicaron que no es fortuita la actividad de Almaden Minerals al interior del ejido de Santa María Sotoltepec, pues “ la minera se inmiscuye de manera descarada en los eventos escolares, sociales y religiosos con el discurso de que le ‘importa el desarrollo de la comunidad’, aunque dicho ‘desarrollo’ no pasa de beneficios materiales que para ellos significan inversión a mediano plazo; pues algunos habitantes del ejido han caído en el engaño asumiendo que esas prebendas solucionarán sus condiciones materiales de vida, permitiendo así que la minera poco a poco se haga de partidarios de la misma”.
Indican que la intervención de la minera ha sido tal que en la primaria y bachiller han otorgado diversos recursos materiales para la mejora de los espacios y han organizado cursos para fomentar en la niñez y juventud la idea de que la presencia de la mina es positiva en la comunidad.
“La desesperación de Almaden Minerals para buscar aduladores es tal, que han prometido la construcción de una presa en el ejido de Santa María, justamente en una brecha de terreno donde hay escasez de agua, queriendo impresionar con esto a los ejidatarios, a sabiendas de que desde hace años existen dos unidades de riego que cuentan con sus presas y su red de distribución a cada parcela. Así de absurda es su preocupación por el “desarrollo de la comunidad”.
Recodaron que, en el plano de las funciones administrativas la minera desde hace 9 años, ha cooptado a autoridades comunitarias –anteriormente al juez de paz, actualmente al inspector de vigilancia–, para que les den facilidades para la realización de sus actividades. “Incluso en este año se inmiscuyeron en el proceso de elección de las mismas, presionando para la repetición de la elección del juez de paz. Otro más de los aspectos indignantes es que se han apoderado del palacio comunitario para sus eventos informativos”.
Advirtieron que “en este mismo sentido se ve como la empresa minera está detrás de la falta de acuerdos que se está dando entre los ejidatarios, pues el grupo de ejidatarios que respaldan a la empresa minera quieren suplantar a la actual comisariada porque ella no se ha prestado a la privatización de las tierras ejidales, que es lo que a la empresa minera le interesa para avanzar en el despojo de nuestras tierras”.
Por todas las razones anteriores, los habitantes de Ixtacamaxtitlán y organizaciones solidarias exigen que las autoridades de los tres niveles de gobierno hagan que Almaden Minerals salga de su territorio.
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