Al cierre de la presente edición, campesinos de San Matías Cocoyotla mantenían cerrada la carretera federal México–Puebla luego de que en la tarde descubrieron que el ayuntamiento que preside la panista Paola Angon Silva pretendió continuar la excavación de un pozo, a pesar de que el lunes pasado los labriegos se manifestaron en la presidencia de su junta auxiliar para exigir que no se siga extrayendo agua de su territorio.
Los agricultores, algunos de los cuales participan en el Movimiento 8 de Febrero, colocaron a la altura de su junta auxiliar neumáticos para bloquear el tránsito en la vialidad y los quemaron en el punto más intenso de la protesta.
Ante el enojo de los pobladores, funcionarios de la Secretaría de Gobernación municipal se comprometieron a que el pozo ubicado dentro del corralón de San Matías Cocoyotla y otros dos que pertenecen a particulares, no funcionarán a partir de ayer hasta este lunes, cuando se inicie un diálogo en la Delegación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se revise si las oquedades están autorizadas por el organismo federal y, de ser así, si el líquido que se extrae de ellos corresponde a la cantidad para la que tienen el permiso de aprovechamiento.
Al filo de las 13 horas inició la protesta de los vecinos de San Matías Cocoyotla, cuando se percataron de que al terreno donde se encuentra uno de los pozos arribó un tráiler que aparentemente llevaba tubería para el pozo.
Por la movilización llegaron luego funcionarios de la Secretaría de Gobernación Municipal, quienes, ante los reclamos de los campesinos, negaron rotundamente que la Comuna cholulteca estuviera excavando un pozo.
No obstante, los quejosos descubrieron una enorme lona colocada por la presidencia municipal que encabeza Paola Angon Silva, militante del Partido Acción Nacional, en la que se promueve la excavación del pozo, en una obra cuyos trabajos están a cargo del Sistema Operador de Agua Potable de San Pedro Cholula.
Enojados, los labriegos fueron primero a los lugares donde se encuentra un pozo. El hombre que es propietario del terreno donde se haya la cavidad, admitió que está siendo explotado, pero también afirmó que cuenta con los permisos correspondientes de la Conagua y que incluso paga sus cuotas a la institución.
De todas formas los inconformes obligaron a que se suspendiera el funcionamiento de dicho pozo.
Más tarde se dirigieron al corralón municipal, derribaron la reja de la entrada y llegaron hasta el fondo del sitio, donde se percataron de la existencia de maquinaria para un pozo, lo cual los enojó aún más. A la hora que estas líneas estaban siendo redactadas, el conflicto continuaba.