El Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP) amplió hasta 2040 la concesión que entregó en 2010 a la empresa Acuapue para el saneamiento de aguas de tres parques industriales de la ciudad de Puebla, aunque requiere la aprobación del Congreso, para que la extensión del periodo sea una realidad, a pesar de que remitió 11 meses después de firmar con el administrador de la empresa el convenio modificatorio de la concesión y a 20 días de que concluya el mandato de los actuales diputados y comience una nueva legislatura, el 15 de septiembre próximo.
Acuapue es responsable del saneamiento de agua en los parques industriales Puebla 2000, Chachapa y La Resurrección, así como tres polígonos de la zona habitacional adyacente al primero, todos ubicados al nororiente de la capital del estado. Sin embargo, la solicitud de extensión por 10 años más se justifica con el argumento de que requiere mayor tiempo para echar a andar la planta tratadora que atiende a la zona industrial de La Resurrección y Chachapa.
Hay que recordar que desde el año pasado la organización Colectiva por el Bienestar Social denunció que la firma incumple el saneamiento del líquido y permite la descarga de agua contaminada al río Alseseca, mientras que el extitular del SOAPAP Francisco Castillo Montemayor advirtió que el proyecto incumple con la norma ambiental, por generar mayor contaminación a los ríos Atoyac y Alseseca.
Justamente ayer, María Elena Álvarez–Buylla, titular del Consejo Nacional de las Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), durante la inauguración de las jornadas de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) Conahcyt 2019–2024, se refirió a los Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia de Agua Salud, Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes, los cuales presentaron el primer informe estratégico sobre la Cuenca del Atoyac, donde se evidencia la grave contaminación y el desastre ambiental y sanitario existente.
A pesar de que proyectos y estudios realizados evidencian las afectaciones al ambiente y la vida de la población, la actuación de los gobiernos en sus diferentes ámbitos y competencias parece ir en sentido contrario a tener una política de remediación efectiva, donde un punto central para disminuir la contaminación es tratar las aguas residenciales e industriales, que hasta la fecha en Puebla sigue como pendiente.